Como si de un centro comercial se tratara este gobierno que padecemos, ha puesto España en venta a precio de saldo. Los enemigos de la Nación española, léase independentistas catalanes, herederos de ETA y fenicios vascos, han descubierto que Sánchez era el mercader apropiado para que, a cambio de unos votos ignominiosos, se las sirviera en bandeja para poder trocearla y humillarla.
Solo leer el artículo 1 de la Constitución española de 1978 es suficiente para demostrar el acoso y derribo al que está siendo sometida por este gobierno sanchista : los valores constitucionales de la libertad,la justicia, la igualdad y el pluralismo político han sido y siguen siendo permanentemente atacados desde una legislación autoritaria y dictatorial.
Pero lo que resulta más preocupante, es que no les importa la declaración del artículo 2 de la Carta Magna sobre la unidad e indivisibilidad de la Nación española, fundamento y razón de ser de la Constitución. Que desde el propio Congreso y desde sus territorios amenacen con la independencia y la ruptura constitucional, avalada por miembros del propio Gobierno, evidencia que todos los españoles padecemos una alarmante degradación política y moral.
Que una formación política tenga como objetivo la independencia del territorio que dice representar, no debe ser motivo de rechazo político si sus pretensiones se sujetan a los cauces democráticos previstos en la Constitución. Pero desgraciadamente no es así. Los líderes del procés, cometieron un grave delito de sedición y malversación como consecuencia de los dramáticos sucesos del 2017 en Cataluña y por esto fueron sentenciados y condenados a prisión . Hasta aquí todo es normal en lo que es propio de un Estado de Derecho: la aplicación de la ley, su interpretación y ejecución por los tribunales de justicia.
Lo realmente escandaloso es la incomprensible actuación del presidente del gobierno y sus compañeros de viaje que, con nocturnidad y alevosía, han eliminado del Código Penal el delito de sedición y rebajado la malversación para beneficiar a los condenados del procés. A partir de ahora ¿donde quedan los principios de igualdad, seguridad jurídica y legalidad proclamados en la Constitución? Lo cierto es que todo esto forma parte de una estrategia diseñada por el gobierno con sus socios para abrir un nuevo proceso constituyente.
Vaciar la Constitución de contenido y rebajarla a la mínima expresión es el camino que se han trazado para la próxima legislatura. El deterioro de la Corona, el secuestro del Parlamento, el abuso de los decretos-leyes o el haber dinamitado el principio de la división de poderes con el grave ataque a la independencia del poder judicial, además del reciente asalto al Tribunal Constitucional, presagian unos años de gran inestabilidad política y social. Nuñez Feijóo está obligado a recuperar con determinación y firmeza la España que Sánchez ha vendido a sus enemigos a precio de saldo.
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