Ciertamente pienso que ante la actitud y posturas de la llamada Derecha española con tres cabezuelas, no llega a las de la famosa hidra, solo le puede proporcionar fracasos en las elecciones. Qué verdad es que los hijos de las tinieblas son más sagaces y astutos que los de la luz. Haciendo un símil, las tinieblas serían la Izquierda y la luz la Derecha, que no sabe llegar a los ciudadanos, ni vender su “oferta” debidamente, de manera que haya muchos que la “compren”. La Izquierda maneja la propaganda de tal manera que hoy, no solo en España, sino en el resto del mundo, tiene más predicamento y aceptación que la Derecha, a pesar de que haya países en los que se ha impuesto y gobierna, como Cuba, Venezuela, Corre del Norte, cuyos ciudadanos están sojuzgados y sometidos a una férreo gobierno sin libertad casi de pensamiento, y que lleva, según el Libro Negro del Comunismo, entre ciento cincuenta y doscientos millones de asesinatos en todo el mundo. Pedro Sánchez repitió por activa, pasiva y perifrástica que no pactaría ni con Podemos (no dormiría tranquilo), Bildu (si quiere que se lo repita más veces, se lo repito), tampoco con los separatistas, ni…, pero, llegado el momento, lo hizo aun con el mismo diablo con tal de conseguir el poder, sin importarle si traicionaba a los españoles, si incumplía sus promesas, o alcanzaba acuerdos que no llevaba en su programa. Para ello ha hecho una nueva edición del Frente popular que solo trajo desgracia a España, sin embargo, tenemos “tres derechas” que, como tres caballos sin jinete, malgastan sus fuerzas tirando del mismo carro cada una en direcciones distintas, cuando no opuestas. Los catalanes usan el dicho de “la pela, es la pela”, si para conseguir algo tienen que mudar de principios. Pedro lo ha mudado por “la poltrona es la poltrona, o el poder es el poder”, y no se le ha movido ni un músculo de su cara para abandonar sus principios, si es que alguna vez los tuvo, con tal de conseguir el sillón de la Moncloa. El propósito de la Derecha, según nos dice, es conseguir que Sánchez deje de gobernar, pero, como hemos manifestado, cada una va por su lado y, en algunas veces, poniendo palos en las ruedas de la otra. Así no se llega a ningún lado, ni Pedro Sánchez abandonará la Moncloa, mientras la tricefálica, (neologismo, no reconocido por la Rae, no trifálica, palabro inventado por la ministra de justicia Dolores Delgado, (¿la traicionó su subconsciente? ¡Vaya Vd. a saber en qué pensaba!) Derecha no se una, constituyendo un frente único común, al igual que la Izquierda, para derrocar a esta. Todo lo demás será agua de borrajas y bálsamo de Fierabrás que todo lo cura aunque sea una quimera. Pero da la impresión de que estas tres formaciones del mismo signo, pero desunidas, no buscan el bien de los españoles, sino el de sus propias formaciones, dándoseles un ardite de lo que realmente necesita España. ¡Que esperen sentadas, mientras sigan así, a vencer a la Izquierda que tanto mal está causando a España y a los españoles! Si formasen un solo bloque, casi con seguridad, que los votos que obtuviesen alcanzarían la mayoría absoluta. Los españoles están hartos de tantas promesas incumplidas, tantas traiciones y tantos desengaños proporcionados por Pedro Sánchez, que, quizá se pueda dar el caso de que, aún con la Derecha desunida, la Izquierda no pueda gobernar.
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