Cuando las cabezas dirigentes de las grandes compañías están seleccionadas entre el amalgama pseudo político, sin controles de idoneidad, sin curriculum vitae para ver y valorar la experiencia y, además, con poca transparencia, se consigue lo que el “gobernante” de turno quiere, un servicio de control a su medida.
Con esa amalgama de padrinos, de pagos de deudas peligrosas, de amigos colocados a medida, pueden, a pesar de ellos, obtener resultados positivos en los diferentes sectores económicos... Pueden..., pero no nos engañemos, pueden gracias al extraordinario valor de un funcionariado técnicamente preparado, obediente, quizás, a las normas, pero fiel a los principios profesionales de todo empleado o funcionario con responsabilidades de gestión y operatividad.
La combinación de intereses políticos partidistas hace que “los túneles para trenes no sean túneles y los trenes para túneles no sean trenes”. Da igual; se quitan de en medio un par de técnicos pero se sigue manteniendo la cabeza pensante colocada a dedo por el correspondiente gobernante. “Paganini”, como siempre, el pueblo trabajador, esclavo de horarios y siempre perdedor de su tiempo familiar...
A muchos de nosotros nos enseñaron a observar el funcionamiento de los responsables políticos en Europa: Dimisiones, simplemente, por la responsabilidad que consideraban tener sobre las actuaciones de los funcionarios o los empleados a sus órdenes.
El caso de los trenes y túneles centrado en Cantabria, puede que sea “dolorosamente anecdótico”, pero si nos acercamos a la Ley del “SÍ ES SÍ”, no podemos hablar de “anécdota”.
Cuando la ideología se come el sentido común y la aberración de la ignorancia asalta las esferas intelectuales de un país, estamos en la pendiente de una pista de esquí asaltada por una avalancha. El “machismo” generalizado ha destrozado el diccionario; la violencia de género no objetiva ha convertido la sexualidad en una herramienta contra todo aquello que no guste a una mujer. Se ha llegado al extremo de considerar que lo que no es conforme con el “movimiento feminista globalizado” es violencia de género.
Hoy día “ligar” es el ejercicio más arriesgado para cualquier joven o no tan joven; “piropear” depende del gusto de la piropeada; “mirar, contemplar” es el comienzo de una ofensa calculada maliciosamente contra el sexo opuesto, el hombre.
Recuerdo una anécdota sobrevenida en un tren de cercanía de Madrid: un joven toma el tren y se sienta tranquilamente. Frente a él, una chica llamativa, con pechera abundante y aireada, con piernas hermosas, al descubierto por culpa de pantalones que pasaban milagrosamente el área de las ingles, con mirada de soslayo a los pasajeros curiosos y atónitos por lo que veían.
De repente, levanta la voz, dirigiéndose al joven que estaba frente a ella porque, según su opinión, la estaba mirando con picardía... El joven se disculpó y le indicó que no era como ella lo estaba comentando... no servía de nada y la joven seguía amenazándole...
Todo se calmó, cuando una persona de edad avanzada, que estaba contemplando la escena, se levantó y la recriminó diciendo: “señorita, cuando usted aprenda a salir a la calle sin enseñar sus preciosos pechos ni sus hermosas piernecitas, puede pedir que cualquier joven que se cruce con usted no la mire; cuando provocamos a la naturaleza, la naturaleza responde; el hombre está hecho para la hembra y la hembra para el hombre”.
La señorita, puso su bolso sobre las piernas y guardó silencio. El tren paró y otras personas se atrevieron a añadir: “j., no vamos a poder mirar a nadie; ¡que vistan como es socialmente adecuado!
Todo esta amalgama de “sexismo feminoide”, que criminaliza el género, tendrá que ir pensando en hacer cursos de formación acelerada o correrá el riesgo de ir perdiendo esos magníficos sueldos de grado superior con pluses, vergüenza y escándalo de la sociedad en la que vivimos y ellas quieren eternizar.
La mujer, como concepto natural, lleva consigo la vida; ¿cómo es posible que muchas de esas “miembras” de su movimiento, defiendan a capa y espada el aborto, en vez de proteger el derecho a la vida, patrimonio exclusivo de la mujer?
Hay mucha tela que cortar, pero pocos folios.
Pidamos sensatez frente a ideologías... exijamos moralidad social frente a moralidad “feminista”... tendamos la mano de la comprensión frente a los apartheid de género, bien pagados...
|