Sé que formulo una pregunta retórica, pues la respuesta ya va implícita en el enunciado, por ello la contestación lógica es que sí, que vamos directos al precipicio al que, si no se le pone remedio, dudo que lo haya, terminaremos en le ruina, no solo económica, sino moral, jamás acaecida en nuestra España. No soy agorero, ni tremendista, considero que soy realista y tengo los pies bien sentados en el suelo, pues no soy un nefelibata, pero a los hechos me atengo. A cualquier parte a la que dirijamos nuestra atención que sea producto del quehacer de los políticos encontraremos desencanto y desesperanza. Comencemos con la población. Hay más fallecimientos que nacimientos.
Datos referidos a 2020, no los encuentro más actualizados:
He consignado 90.000 abortos porque son la media de los reconocidos oficialmente, posiblemente los no declarados y realizados sin comunicarlo, hagan que asciendan a más. El saldo no es alentador ¿verdad? Otro asunto: La llamada LEY TRANS, por la que cualquier persona, a partir de los 16 años, sin requisito alguno, puede cambiar de sexo en el Registro Civil. Los menores, entre 14 y 16, pueden hacerlo, acompañados por sus padres, caso de que estos no lo autoricen, bastará con el informe del defensor judicial, que resolverá el conflicto. Desde los 12 a los 14, bastará solo la autorización de un juez, que habrá examinado su madurez. Los menores de 12 no pueden cambiar la mención registral del sexo, pero sí su nombre para ajustarlo al género con el que se identifica. Según lo expuesto, lo que dispone la Naturaleza con todos los animales, incluidos los humanos, no sirve para nada, aunque se haya nacido con todos los atributos femeninos o masculinos, estos no dicen nada, ya que Pepito, según esta ley, puede decidir que se llama Encarnación, o Rafaela inclinarse por Antonio, y, a partir de este momento quien nació varón, podrá ser hembra, o viceversa. La llamada LEY DEL SÍ ES SÍ, está ocasionando tal cantidad de excarcelaciones que, de seguir así, estarán en la calle, o con reducciones considerables de penas todos los violadores que están en prisión amen de los malversadores, como el caso de los encarcelados por ello, que se encuentran en prisión. El Código penal ha sido modificado y, desde ahora en adelante, el delito de sedición, será un alborotó callejero o “desórdenes públicos agravados”, algo así como una pelea en la puerta de una discoteca, aunque se pretenda destrozar la unidad de España. La malversación será punible si lo “distraído” se emplea en beneficio propio, no en comprar votos o voluntades para lograr que determinado partido gane unas elecciones. No entraré en ello, pero sí apuntaré que en la enseñanza se ha causado un destrozo irreparable, al suprimir la excelencia, el deseo de superación y el afán de mejorar, pues desde que se pueda pasar de curso sin haber superado el anterior, el estudiante esforzada, sacrificado y responsable, perderá todo aliciente cuando vea que los vagos y desinteresados en su formación son equiparados a él y obtienen los mismos beneficios Continuar con todas las modificaciones, siempre en perjuicio de las ciudadanos probos y honrados que pagan sus impuestos y cumplen las leyes, sería para escribir un tratado, cosa que no es ni el lugar ni el momento. Si esto no es ir directos al despeñadero que alguien me diga qué es.
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