Es cuanto menos necesario mostrar y exponer públicamente preocupación y acción, por la crisis estructural y funcional que los habitantes de la España rural estamos viviendo. El proceso de despoblación está dejando sin población activa a pueblos y comarcas, con una tendencia demográfica negativa, que es necesaria analizar por los distintos gobiernos, autonómicos, locales, estatales y globales.
Muchos son los indicadores que nos ponen de manifiesto la pérdida constante de población que sufre buena parte de nuestro medio rural, el envejecimiento de su gente, la disminución de tejido empresarial, el abandono de inversión en infraestructuras o sanidad.
Lo que conlleva a la ausencia de servicios esenciales para el bienestar y desarrollo de la población, así como las diferencias de renta con las regiones urbanas, ponen en escaparate, que las actuales políticas regionales y territoriales no son lo suficientemente acertadas para enfrentar el reequilibrio y la cohesión territorial en España.
La mal llamada España vaciada, que no es tal, sino una España despoblada, que atendiendo bien al termino, debe ser uno de los problemas que, desde una acción global, debe ser enfrentado por el conjunto de las políticas públicas, considerando las políticas territoriales una de las prioridades para reforzar la cohesión territorial en lucha contra la despoblación.
Asistimos a un modelo económico diferente al que estimuló el gran éxodo de nuestra España rural hacia las urbes, del que fuimos testigos en varias décadas del final del siglo XX, de el paso de una sociedad agrícola, a una sociedad potencialmente industrial.
Con la entrada de este siglo XXI, el paso del mundo offline , al mundo online, con el paso a ser un país, donde el sector servicios ha avanzado notablemente, donde es necesario y urgente la alternativa a las antiguas fuentes energéticas , y donde en las grandes urbes el capitalismo más feroz se ha llevado por delante uno de los derechos fundamentales, como es el acceso a una vivienda digna , vemos como si existe voluntad política y un pacto social y político para el re-equilibrio territorial y demográfico, podemos llegar a grandes avances de cara a ocupar el espacio más racionalizada.
Desde la comisión Europea y en varias mesas sectoriales junto a la Asamblea General de la ONU, han apostado por el Desarrollo Sostenible, con un plan de acción a favor de las personas, el planeta y la prosperidad, donde han marcado una línea clara de trabajo, en las alternativas en energías sostenibles, por lo que esto, nos da varias líneas de esperanza en las que trabajar en estos momentos, y en la que si hay voluntad social, podemos apostar por un re-equilibrio demográfico, y en una visión más sostenible de ocupar nuestro país, potenciando la economía circular de la que estamos perdiendo de nuestro horizonte cercano.
Es nuestra responsabilidad como ciudadanos corresponsables, analizar la realidad del reto demográfico, ya que vemos que la diversidad territorial es amplia en esta realidad de despoblación, nuestro país siempre ha estado marcado positivamente por la pluralidad y la diversidad desde un punto de vista constructivo y activo, por lo que debemos de ofrecer un modelo de desarrollo común, pero sin perder de visto este mosaico de realidades.
Desde aquí pondremos el foco en desarrollar, la investigación y el desarrollo en el mundo rural, las líneas de la Comisión Europea, de la UNESCO, y de la ONU, serán analizadas y valorada su repercusión en nuestro mosaico rural.
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