Una mujer maneja un montacargas en una planta de reciclaje en Shouneh del Norte en Jordania. En promedio, por cada dólar que ganan los hombres con su trabajo en el mundo, sus contrapartes femeninas obtienen solo 51 centavos. Foto: Sumaya Aggha/Pnud
GINEBRA – Los desequilibrios de género en el acceso al empleo y las condiciones de trabajo son mayores de lo que se pensaba, y los progresos para reducirlos han sido decepcionantemente lentos en las últimas dos décadas, según un nuevo informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Un nuevo indicador desarrollado por la OIT, la Brecha de Empleo, “dibuja un panorama mucho más sombrío de la situación de las mujeres en el mundo laboral que la tasa de desempleo, más comúnmente utilizada”, asentó el informe. Los nuevos datos muestran que las mujeres siguen teniendo muchas más dificultades para encontrar trabajo que los hombres.
Según el informe “Nuevos datos arrojan luz sobre las brechas de género en el mercado laboral”, 15 % de las mujeres en edad de trabajar en todo el mundo desearían trabajar pero no tienen empleo, frente a 10,5 % de los hombres, en un total de 473 millones de personas en esa situación.
Esta brecha de género se ha mantenido prácticamente invariable durante casi dos décadas (2005-2022), aunque las tasas mundiales de desempleo de mujeres y hombres son muy similares. La brecha laboral es especialmente grave en los países en desarrollo, donde la proporción de mujeres que no pueden encontrar un empleo alcanza a 24,9 % en los países de renta baja. La tasa correspondiente a los hombres en la misma categoría es de 16,6 %, un nivel también alto pero significativamente inferior al de las mujeres.
El informe señala que las responsabilidades personales y familiares, incluido el trabajo de cuidados no remunerado, afectan desproporcionadamente a las mujeres. Los datos indican que un factor importante para reducir la participación de las mujeres en la fuerza laboral a nivel mundial es crianza de los hijos. Esas labores pueden impedir a las mujeres no solo tener un empleo, sino también buscarlo activamente, o limitar su disponibilidad para trabajar con poca antelación, lo cual incide para ser considerado desempleado, por lo que muchas mujeres que necesitan un trabajo no se ven reflejadas en las cifras de desempleo.
En el mismo grupo de edad, de 25 a 54 años, y con al menos un hijo menor de seis años, la brecha de participación en la fuerza laboral llega a 42,6 puntos porcentuales, con una participación femenina de 53,1 % y masculina de 95,7 %.
El reporte de la OIT habla por ello de “penalización de la maternidad” y “premio de la paternidad” en cuanto a participación laboral.
Los desequilibrios de género en el trabajo decente no se limitan al acceso al empleo. Aunque el empleo vulnerable está muy extendido tanto para mujeres como para hombres, las mujeres tienden a estar sobrerrepresentadas en ciertos tipos de empleos vulnerables, como ayudar a familiares que trabajen por cuenta propia.
Esa vulnerabilidad, unida a unas tasas de empleo más bajas, repercute en los ingresos de las mujeres. A nivel mundial, por cada dólar de ingresos laborales que ganan los hombres, las mujeres ganan sólo 51 céntimos.
En naciones de ingresos altos o medio-altos, las mujeres ganan entre 56 y 58 centavos por cada dólar ganado por hombres, pero en los países de ingresos bajos o medio-bajos obtienen entre 29 y 33 centavos por cada dólar que ganan los varones.
“Esta sorprendente disparidad en los ingresos se debe tanto a los menores niveles de empleo de las mujeres como a sus menores ingresos medios cuando están empleadas”, subrayó el informe.
El reporte, divulgado en vísperas del Día Internacional de la Mujer, este miércoles 8 de marzo, subrayó la importancia de mejorar la participación general de las mujeres en el empleo, de ampliar su acceso al trabajo en todas las ocupaciones, y de abordar las flagrantes diferencias de calidad del empleo a las que se enfrentan.
A-E/HM - Fuente: IPS
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