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La estrongiloidiasis: causas, síntomas y tratamientos | |||
Esta infección puede transmitirse por contacto directo con personas infectadas o por medio de transfusiones de sangre contaminada | |||
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La estrongiloidiasis es una enfermedad parasitaria causada por el nematodo Strongyloides stercoralis. Se estima que afecta a alrededor de 30 a 100 millones de personas en todo el mundo, especialmente en zonas tropicales y subtropicales. La infección puede ser asintomática o causar síntomas leves como diarrea y dolor abdominal. Sin embargo, en casos más graves puede conllevar sepsis y meningitis. La estrongiloidiasis puede tratarse con medicamentos antiparasitarios como la ivermectina y el albendazol. No obstante, el diagnóstico puede ser difícil debido a la falta de síntomas específicos y a la posibilidad de que el parásito permanezca latente en el cuerpo durante décadas. En este artículo, exploraremos más sobre la estrongiloidiasis y sus tratamientos. Causas principales de la estrongiloidiasis La causa principal de la estrongiloidiasis es la penetración de las larvas del parásito en la piel de las personas, especialmente a través de los pies en contacto con suelos contaminados. También puede transmitirse por vía oral por medio de alimentos o agua contaminada en la que se encuentren las larvas de este parásito. Asimismo, esta infección puede transmitirse por contacto directo con personas infectadas o por medio de transfusiones de sangre contaminada. Los factores de riesgo para contraer la estrongiloidiasis incluyen vivir o viajar a zonas endémicas, el contacto con suelos contaminados, estar inmunocomprometido y tener antecedentes de infecciones previas. Síntomas de la estrongiloidiasis Los síntomas de la estrongiloidiasis pueden variar desde los más leves hasta los más graves. En algunos casos, la infección no va a presentar ningún síntoma. Los síntomas leves de esta enfermedad parasitaria son picazón y erupciones cutáneas en el área de la infección, diarrea, náuseas y dolor abdominal. A medida que la enfermedad progresa, los síntomas pueden empeorar e incluir fiebre, tos, dificultades para respirar y fatiga. En los casos más graves, la infección puede causar daño pulmonar, insuficiencia renal, deshidratación severa y shock séptico. La estrongiloidiasis también puede ser una enfermedad crónica, por lo que los síntomas pueden aparecer y desaparecer con el tiempo. Los pacientes con enfermedad crónica pueden tener periodos de inactividad de la infección seguidos de episodios más virulentos. Cómo se diagnostica la estrongiloidiasis El diagnóstico de la estrongiloidiasis se basa en la detección del parásito en muestras de heces o tejidos. Sin embargo, la sensibilidad de las pruebas diagnósticas puede variar en función de la etapa de la infección y la carga parasitaria. La técnica de diagnóstico más utilizada comúnmente es el examen microscópico directo de las heces. Este método implica la observación de huevos de Strongyloides en las heces del paciente. No obstante, se recomienda realizar múltiples muestras de heces en días consecutivos para aumentar las probabilidades de detección. Tratamientos para la estrongiloidiasis El tratamiento de elección para la estrongiloidiasis es el albendazol, un medicamento antiparasitario que se administra por vía oral. La dosis recomendada es de 400 mg una vez al día durante tres días. Este tratamiento suele ser efectivo en la mayoría de los pacientes, aunque en algunos casos pueda ser necesario repetir la dosis. Otro tratamiento posible, y que se puede comprar en Farmaciaraquelmota, es la ivermectina, un medicamento antiparasitario que también se administra por vía oral. La dosis recomendada es de 200 mcg por kilo de peso corporal una vez al día durante dos días consecutivos. Al igual que el anterior, se trata de un tratamiento muy efectivo y que resulta de fácil administración para el paciente. La ivermectina actúa inhibiendo la capacidad del parásito para moverse y alimentarse, lo que conduce a su muerte. Se administra en forma de tabletas, lociones o cremas tópicas y es conocido por su amplio margen de seguridad y efectividad. Corticoides y tratamiento médico En casos graves de estrongiloidiasis, puede ser necesario el uso de corticoides para reducir la inflamación y la respuesta inmunitaria excesiva del organismo. Sin embargo, el empleo de corticoides debe ser cuidadosamente supervisado por un médico, ya que puede aumentar el riesgo de complicaciones. Además de estos tratamientos, es muy importante que los pacientes con estrongiloidiasis reciban una atención médica adecuada para controlar los síntomas y prevenir complicaciones. Esto puede incluir la administración de fluidos y electrolitos para tratar la deshidratación, el control del dolor y la administración de suplementos nutricionales para prevenir la desnutrición. Así pues, la estrongiloidiasis es una enfermedad parasitaria que puede ser tratada con medicamentos antiparasitarios como el albendazol y la ivermectina. En casos más graves, es importante el uso de corticoides para reducir la inflamación y la respuesta inmunitaria del organismo. La identificación temprana de esta infección es fundamental para prevenir complicaciones. La elección de un medicamento u otro depende de cada paciente y de la gravedad de la enfermedad. Además, es fundamental realizar un seguimiento estrecho después del tratamiento para confirmar la curación y prevenir posibles recaídas. La prevención de esta infección incluye el lavado frecuente de manos, la higiene personal y la implementación de prácticas de saneamiento básico. |
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