Se calcula que 1,9 millones de mujeres en el mundo sufren endometriosis, una enfermedad incapacitante y de difícil diagnóstico que puede surgir en cualquier etapa de la vida, siendo la edad fértil cuando mayor número de casos se manifiestan. Por ello, con motivo del Día Mundial de la endometriosis, que tiene lugar el día 14 de febrero, especialistas en ginecología y obstetricia de los hospitales Vithas en Andalucía, insisten en la importancia de reconocer a tiempo los síntomas con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las mujeres que la sufren.
La dificultad en el reconocimiento de los síntomas produce que la endometriosis lleve asociado “un retraso en el diagnóstico muy importante, que puede llegar a ser de años, lo que genera un infradiagnóstico por la propia dificultad de valorar la enfermedad”, sostiene la Dra. Marta Arnáez, especialista en ginecología y obstetricia del Hospital Vithas Sevilla. En concreto, según los datos del Servicio Andaluz de Salud, la endometriosis aparece en mujeres en edad fértil, con una mayor incidencia entre los 30 y 45 años.
Pero esta menor incidencia no elimina el riesgo de padecerla fuera de este rango de edad, pues como destaca la Dra. Arnáez, “la endometriosis puede surgir en cualquier etapa de la vida y en cualquier tipo de mujer, no hay un cuadro específico de paciente, aunque sí es cierto que se asocia a la etapa fértil. Aun así, hay un 5% de diagnóstico de endometriosis en la menopausia, lo cual es muy raro, pero demuestra que es posible”.
Por su parte, la Dra. Emilia Villegas, jefa de servicio de la unidad de la salud de la mujer de los hospitales l Vithas Xanit Internacional y Vithas Málaga, añade que “la endometriosis puede alterar la fertilidad. Una vez conseguido el embarazo, las mujeres con esta enfermedad presentan un riesgo mayor de sufrir un aborto, pero que disminuye cuando se ha tratado la enfermedad”.
La innovación es un aspecto crucial en la detección temprana de esta enfermedad. “Para un diagnóstico precoz y preciso es esencial disponer de equipos de ecografía de alta resolución y ginecológicos especializados en endometriosis, capaces de detectar afecciones a nivel vesical, peritoneal e intestinal”, explica la Dra. Amelia Vizcaino, coordinadora de la unidad de ginecología y obstetricia del Hospital Vithas Granada, quien subraya la importancia de un abordaje multidisciplinar para el éxito del tratamiento.
Sintomatología
Los especialistas en ginecología de Vithas en Andalucía recurren a la conocida como ‘triada de la endometriosis’. “Se trata de tres síntomas que se repiten en diferentes grados: la dismenorrea, dispareunia e infertilidad”. En común, estas patologías presentan un dolor incapacitante, que puede asociarse al ciclo menstrual y empeorar durante la menstruación, sumándose además a un dolor pélvico y a dolor durante las relaciones sexuales.
Tratamiento
Una vez reconocida esta enfermedad, que es inflamatoria y crónica, los especialistas destacan que la endometriosis puede tener solución.
A pesar de ser una de las consultas más demandadas en ginecología según el Dr. Miguel Aragón, ginecólogo del Hospital Vithas Almería, “a día de hoy la endometriosis no tiene cura, pero es posible tratarla para poder aliviar los síntomas en el 90% de los casos. El tratamiento habitual de la enfermedad va dirigido a suprimir el dolor, frenar su progresión y prevenir o tratar la esterilidad asociada en muchos de los casos. En general intentaremos evitar la cirugía porque esta puede reducir la reserva de óvulos”, explica el Dr. Aragón, quien añade que, “las principales indicaciones del tratamiento quirúrgico son si ha fracasado el tratamiento médico, si existen quistes sintomáticos de gran tamaño o de crecimiento rápido y cuando haya signos de obstrucción intestinal o urinaria”, concluye el especialista.
El tratamiento de la endometriosis requiere una visión integral de la mujer. Tal y como explica la Dra. Emilia Villegas, “antes de decidir un tratamiento debe considerarse la edad, los síntomas y el deseo de ser madre. En algunos casos, la prioridad es solucionar el dolor y puede ser suficiente un tratamiento médico con fármacos. Sin embargo, en otros casos, la paciente necesitará un tratamiento médico y quirúrgico combinado.
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