Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Pedro Sánchez | China | Xi Jinping | Asuntos Exteriores

A qué va Pedro Sánchez a China

Por limpieza informativa, sería lógico que el viaje, con propósitos e intenciones, lo anunciara el ministerio de Asuntos Exteriores
José Luis Heras Celemín
lunes, 27 de marzo de 2023, 11:11 h (CET)

Pedro Sánchez va a China. A qué. A quién obedece, si obedece a alguién. Y por qué lo usan o admiten  USA, China, Rusia y la UE; en ese orden, en otros, a la vez o cada uno por su lado. Sin información desde el Gobierno al respecto, puede haber un indicio en el prólogo de Helio Jaguaribe al libro de Marcel Gullo ‘La insubordinación fundante’: Las condiciones reales de poder son las que determinan el poder de los Estados, incluidas la cultura de una sociedad y su psicología colectiva. Así contempladas las relaciones internacionales, se observa, desde la antigüedad oriental hasta nuestros días, que se caracterizan por ser relaciones de subordinación en las que se diferencian pueblos y Estados subordinantes y subordinados. 


Acabada la Moción de Censura y lección de buenos modos de Tamames al Gobierno, a Batet, a los diputados y a quien quiso oirle, el Palacio de la Moncloa administró dos noticias: Dimisión o cese de la Directora de la Guardia Civil. Y anuncio de viaje presidencial a China. Lo habitual, corrido Sánchez en el vitral de un nonagenario que no va a gobernar, se pasa página para evitar la imagen del presidente deteriorada por comparación. En su lugar, jaleo escamoteado en la cúpula de la Guardia Civil, que pudo publicarse antes traído a colación ahora; y viaje a China adornado con el fervor y ritos de formas de convivencia autócratas que en democracia avergüenzan. 


Por limpieza informativa, sería lógico que el viaje a China, con propósitos e intenciones, lo anunciara el ministerio de Asuntos Exteriores. Una visita a una potencia mundial, con la Guerra en Ucrania candente y el mundo pendiente, compete a quien en el Gobierno se encarga de las relaciones internacionales, pero lo escenificó Félix Bolaños, ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática. De ahí la alarma. Bolaños, como primer cometido, es ministro de la Presidencia. El Gobierno y Asuntos Exteriores, en lugar de Bolaños o con él, pudo precisar si nuestro pueblo y España están en lo Jaguaribe define como pueblos y Estados subordinantes o subordinados. Sin hacerlo, no sabemos en calidad de qué va Sánchez a China. Tampoco si, subordinado, obedece a algo o a alguien. 


Tan torpe proceder, coloca al presidente y a España ante una optativa insultante: Hombre cabal, considerado por aliados idóneo para misión importante, que debería haber sido explicitado por el ministerio de AA.EE. O un ‘anda, corre, ve y dile’, correveidile, que el diccionario tacha de ‘persona que es aficionada a contar chismes o alcahuete’, que es incompatible con la teatralidad de Bolaños. Si dolidos, por el rol a interpretar por nuestro presidente, buscamos el porqué de él y no otros, el resultado es peor: Los que podrían hacerlo, lo evitan porque no sirven, no pueden o no quieren. O, como apunta un analista en política internacional importante, porque usan al primer chigarabis que estaba a mano. USA, China, Rusia y la OTAN tienen embajadores y contactos para todo. La UE, con Borrell alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y política de Seguridad, también pudo encargarse del asunto, pero el viaje a China lo hace Sánchez desde España y lo anuncia e interpreta a su modo Bolaños.


A más abundamiento, en beneficio de España y a costa del patriotismo,  supuesto, de Sánchez, cabe aducir una razón que, aunque no justifica el viaje y el trato informativo del Gobierno, aconseja que quien haya decidido prefiera a Sánchez para ir a China. Por convicción, obediencia, ambas cosas u otras, a lo largo de su historia, el actual presidente del gobierno español ha demostrado que puede defender cualquier cosa, en más de un idioma, improvisando o leyendo. Rotundo, con una cualidad que incapacita a algunos y a él no y que importa en este asunto, sin inmutarse puede cambiar de opinión, para defender lo contrario de lo propuesto y hasta para simultanear propuestas enfrentadas a la vez. Con vistas al curso de la Guerra en Ucrania y lo que pueda resultar de ella, es extraño, demoledor para el concepto de ‘lo español’ en el mundo, pero puede ser el motivo que aconseje la falta de compromiso que, conociéndole, supone que Sánchez hable en China como miembro de Estados y pueblos subordinantes o subordinados (español o europeo). 


Es la situación en la que actúa Bolaños. Con sus palmeros y corifeos. Gratis o a sueldo. Pero en democracia no basta. Conviene que, para evitar recelos y suspicacias, los que han decidido o permitido que el Presidente del Gobierno de España viaje, expliquen a qué va Pedro Sánchez a China. 

Noticias relacionadas

Cuando Zapatero dejó de proteger a unos cuantos de “su club de la ceja” ocurrieron cosas como que Joaquín Sabina –ese cantante rojo confeso y vividor fiel y multimillonario que ningún padre querría para su hija– estuvo en el punto de mira de Hacienda por un presunto fraude fiscal. «¿Tú también?», se preguntó en ese momento la izquierda progre. Y no sólo él, también estuvieron señalados otros como Serrat, J.J. Vázquez o Bardem...

El cristianismo posee una influencia filosófica derivada del platonismo y el aristotelismo y también del neoplatonismo. Si pensamos, por ejemplo, en teólogos y filósofos de la categoría de San Agustín y Santo Tomás de Aquino. La doctrina cristiana se expresa además como la manifestación de la inquietud del corazón humano o, lo que es lo mismo, como señal de su vocación al infinito.

El miedo es un cúmulo de sensaciones bruscas y ásperas, provocadas por una inminente amenaza que todos los humanos, unos más que otros, tenemos una aversión enorme, y cuando vemos el peligro, nos retiene en nuestros sentidos todas estas sensaciones, una desconfianza enorme y difícil de descifrar, dejándonos aturdidos y confundidos.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto