GAS: Los precios del gas natural a ambos lados del Atlántico han seguido cayendo en picado y esto ha sido un factor macroeconómico positivo clave, ya que ha impulsado una menor inflación y unas previsiones de actividad económica más sólidas. Pero ha sido doloroso para los inversores en materias primas, con los precios estadounidenses cerca de la mitad de las medias a largo plazo y acercándose ahora al "mínimo" histórico de 2 $/MMBtu. La diferencia ahora es que la oferta estadounidense no ha respondido a los bajos precios. Los precios europeos del gas natural también han caído, pero se mantienen muy por encima de la media, y deberían verse respaldados por la creciente competencia del GNL asiático y la necesidad de rellenar los niveles de almacenamiento para el próximo invierno.
EE.UU.: Los precios estadounidenses se sitúan cerca de la mitad de la media a largo plazo y se acercan a niveles que sólo se han visto -por poco tiempo- cuatro veces en los últimos 25 años (véase el gráfico). EE.UU. ha registrado uno de los tres comienzos de año más cálidos desde 1895. Esto ha hecho que el consumo sea inferior al del año pasado y que las existencias se sitúen un 23% por encima de la media. La EIA estadounidense prevé una recuperación de los precios en 2023, hasta una media de 3 $/MMBtu, impulsada por aumentos de dos dígitos en la demanda de GNL y la demanda estacional de electricidad. Pero la respuesta de la oferta ha sido lenta en comparación con los anteriores mínimos de precios. Los equipos de perforación de gas natural de EE.UU. han aumentado un 18% con respecto al año pasado, mientras que en los dos últimos mínimos de precios se registraron caídas de entre el 60 y el 80% con respecto a los máximos.
EUROPA: El clima cálido, el "racionamiento" de la demanda industrial y de los consumidores y unos niveles de almacenamiento superiores a la media se han combinado para provocar una drástica caída de los precios del gas natural en la TTF. Pero esta caída de precios tiene sus límites. En Europa, la atención está empezando a desplazarse de la temporada de calefacción invernal a la reconstitución de las reservas necesarias para el próximo invierno. En este contexto, existe el riesgo de que Rusia se quede sin suministro y de que China vuelva a competir con el GNL. La demanda asiática de GNL suele ser más del doble que la europea. La exposición del continente al mercado al contado de GNL ha aumentado drásticamente del 20% al 50% en los dos últimos años.
................... Comentario económico de Ben Laidler, estratega de mercados globales de eToro
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