Diversos estudios apuntan a que más del 30% de la población en España, de los cuales aproximadamente el 22% son adultos, han sido diagnosticados de rinitis alérgica. Esta afección se produce por la inflamación de la mucosa nasal provocada por una respuesta exagerada del sistema inmunitario frente algunos alérgenos.
La rinitis alérgica se produce cuando el sistema inmunitario identifica una sustancia inofensiva transmitida por el aire como dañina, a la cual se denomina comúnmente como alérgeno. Cada vez que el organismo entra en contacto con un alérgeno, se protege a través de anticuerpos de inmunoglobulina E, que hacen que el sistema inmunitario libere sustancias químicas como la histamina en el torrente sanguíneo. Este proceso provoca los síntomas alérgicos, que suelen manifestarse como picor o congestión nasal, estornudos o lagrimeo.
En épocas como la primavera, donde se acumula una alta cantidad y variedad de polen en el ambiente, los síntomas pueden llegar a ser muy persistentes e interferir en diversos aspectos de la vida, desde el ámbito académico, laboral o incluso afectar a la calidad del sueño.
La alimentación tiene un papel importante en el desarrollo y preservación del sistema inmune, ya que permite mantener y reparar los sistemas indispensables para la defensa del organismo. Una dieta variada y equilibrada con un buen aporte energético y que asegure la ingesta de nutrientes que contribuyan a mejorar y preservar el funcionamiento del sistema inmune, nos ayudará a reducir los síntomas alérgicos y prevenir otras enfermedades.
En algunos casos puede ser de utilidad la toma de complementos alimenticios que nos ayuden al normal funcionamiento del sistema inmune, como puede ser aquellos que incorporan vitamina D, esencial para el normal funcionamiento del sistema inmunitario.
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