Al pensar en mi rinconcito paraíso terrenal, por ser Chinandega tan bonito, por ser “surco de mi patria que en mieses embriagas”, pensé en lo corto del cuento de Augusto Monterroso: “Cuando despertó, el dinosaurio todavía está allí”, y en el cuento de Luis Felipe Lornelí: “¿Olvida usted algo?” inicie mi libro: “Si deseas enaltecer tu ciudad natal, ahonda en el saber de su historia, respeta su lengua, acércate a los ritos y costumbres de su religión, e integra sus valores y moralidades de los personajes ilustres, a tu acervo cultural y moral”, y plass! a sus órdenes está.
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