Los mayores desastres de la humanidad se han producido por causa de que un gobierno instaura una “ideología de estado” (comunismo, nazismo …) y ahora el sanchismo instaura el feminazismo generista como su ideología de estado, porque así se lo impone el lobby LGTBIPQ+.
¿Absurdo, no? Pues más absurdo aún es que el Tribunal Constitucional, en vez de seguir la deóntica como ideología propia de los tribunales y la justicia como norma basada en la Constitución, ¡pues no! Se ha refundido como tribunal sanchista y adopta su ideología y su anti-constitución.
¿Prevarica el Tribunal Constitucional (TC), o, como son ellos, no pueden prevaricar? Me tienen confundido. ¿Por qué se meten en lo que no son sus funciones, como crear nuevos derechos, y se enfangan con delitos? ¿Por qué desprecian la Constitución cuando su función es defenderla? El TC se ha constituido en extensión ideológica del sanchismo con absoluto desprecio por la independencia de los poderes judiciales, esencia misma de la democracia; y es que siempre hay una ideología para la falta de honor, de valor, de verdad, de razón, de ética y de humanidad.
Mis preguntas son unas pocas, algo así como dudas, pero me parece que:
El TC tergiversa la Constitución (Cons en adelante) ¿manipulan, hacen proclamas populistas? Repugna al sentido común.
El TC olvida ¿o se burla? de la verdad, la bondad y la justicia. Es irracional.
El TC nos engaña en sus explicaciones, fabula en sus decisiones, se burla de su independencia, degrada al estado de derecho y sus propias togas, retuerce la legalidad, soslaya explicaciones procedentes, pierde toda respetabilidad de cara a la ciudadanía, pasa de su propia doctrina o la desprecia, impone ideología esperpéntica, se arroga poderes constituyentes que no son suyos, inventa nuevos derechos según la conveniencia partidista de su "amo", miente atribuyendo a la Cons lo que ésta no dice.
El TC realiza acoso profesional al estamento médico, mutila la conciencia de los médicos, se adhiere a la cultura de la muerte, se hace cómplice de asesinatos, mete la pata hasta el cogote en conocimiento científico al que no consulta, confunde a las mujeres asignando "derecho moral" al aborto.
El TC ahora funciona con perspectiva de género, o sea, con criterios gramaticales reemplazando a criterios de justicia. Ello implica sometimiento al sistema feminazi y a las imposiciones del lobby LGTBIPQ+. ¡No hay derecho! (nunca mejor dicho), porque no todo vale; y mucho menos al TC que tiene la función de proteger al pueblo defendiendo la Cons. ¿Tendremos que decir aquello de que el TC es un cachondeo? Pues, actualmente, al menos lo parece.
Debemos concluir que el TC nos miente, está corrompido y corrompe, que se degrada y se ha convertido en falsario, prevaricador y esclavo del marrero Sánchez y del lobby que dicta toda la actividad di-social en España.
No queremos, ni sabemos ni podemos dar lecciones al TC; solo exponemos otra forma de pensar, de sentir y de interpretar la realidad, nuestras circunstancias políticas y, por lamentable conexión, también jurídicas y constitucionales. Supongo que los jueces del TC saben aquello que Descartes decía con mucha razón: "Hemos de pensar que los que sostienen opiniones contrarias a las nuestras no son necesariamente bárbaros; muchos saben usar la razón tan bien como nosotros y hasta mejor".
Ser humano hoy día es difícil, necesitamos maestros que nos enseñen a no dejar que no nos dejen ser humanos. Tenemos que reconocernos constantemente para mantenernos vigentes, saber armonizarnos con nosotros mismos y con los demás. Lao Tse decía que el único regalo que tenemos para ofrecer es el de nuestra propia transformación. Se lo deseamos de todo corazón al TC, porque no tienen que cambiar el mundo, sólo la manera de mirarlo; sin duda necesitan ojos nuevos o, al menos, el cristal a través del que ven e interpretan el mundo y la realidad. Cambiar el cristal que les conectó con políticas tóxicas ¿o acaso tienen miedo a perder lo que les pierde?
"Que les inquiete su incapacidad, no la incapacidad de otros", se lo dice el sabio Confucio. A todos nos falta un trozo de verdad, por eso es arrogancia creer sólo en sí mismo; y Hecht decía algo así como que es muy de considerar un hombre sólo porque se niega a participar de las tonterías ajenas. En España es la hora de reforestar los corazones y no de deforestar las mentes. En ello el TC tiene la grandísima responsabilidad, la mayor de todas, de no estar sometido a las tóxicas políticas de Sánchez y su cuadrilla. Si no ha venido este tribunal a hacer el bien, ¿a qué ha venido?
Las ideas agresivas matan o cancelan las buenas ideas. Al mundo lo salva el respeto por el otro; nos lo decía el director de cine Manuel de Oliveira; a las personas no las salva el taparlas con derechos, mucho menos cuando esos derechos van en contra de los fundamentales derechos de otras personas. Eso es lo que el TC nos ha endilgado por estar sometido y arrojado al nefasto poder político con sobrecarga y corrupción ideológica.
El poder político está inmerso en su fanatismo de género y el endiosamiento sanchista, en cambio el TC está en los términos de la justicia constitucional. Son dos mundos distintos, paralelos, jamás podrán coincidir o confluir, son totalmente opuestos, antagónicos. ¿Es el miedo, los prejuicios, el contagio o la ideología, lo que ha llevado al TC a confluir con el mandato dictatorial del poder corruptor?
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