Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Educación | Profesores | Docentes | alumnos | Formación

El fracaso de la sociedad educativa

Las mentes son muy manejables, por ello no es falso decir que la responsabilidad de una educación objetiva siempre será del profesorado
Ángel Alonso Pachón
jueves, 15 de junio de 2023, 10:56 h (CET)

Los caminos de los hombres, hoy, se están convirtiendo en sueños que, en muchos casos, generan todo tipo de problemas psicológicos en la parte más inmadura de la sociedad, los niños, los jóvenes, los universitarios, los postgrados, por las dificultades de encontrar el lugar donde poder desarrollar sus estudios e ir preparando su propia independencia económica, afectiva y familiar.


Los despachos políticos, ocupados por consejeros, “educadores liberados”, crean, sin haber tenido la experiencia del día a día, los planes de estudio y formación a su manera, con herramientas cada día más sofisticadas, menos comprendidas y sin que estén asumidas, previamente, por el “claustro profesoral”.


La psicología, aceleradamente, está investigando y estudiando las distintas variantes de esos “virus” que invaden las bases escolares y aquellos otros que aparecen cuando, “creyéndose mayores”, los jóvenes se encuentran frente a paredones insalvables, que nadie les había advertido.


El listado “vírico” podemos encontrarlo en cualquier manual actual sobre las nuevas enfermedades del siglo XXI y su afección directa sobre la juventud: la soledad, la impotencia ante una sociedad sorda y ciega, la falta de fortaleza mental, los valoresprefabricados, desorientadores de niños, adolescentes y jóvenes, la indiferencia educativa, tocar antes de soñar, la confusión entre sentir y conquistar, la indiferencia ante la literatura, la historia, la información cultural, el egoísmo familiar y la sociedad ciega sin claves para resolver el futuro de nuestra juventud.


Hablaba hace uno días con unos antiguos profesores, compañeros de aventuras educativas: antes se hablaba mucho con los alumnos, en clase y de forma individual; antes el mejor mote al profesor más querido era “sonrisas y lágrimas”, (enfado y comprensión); el tiempo no tenía valor, cada minuto se convertía en salvavidas; la profesión educativa era VOCACIONAL, los alumnos sabían diferenciar bien ese aspecto en los profesores...


Hoy, siglo XXI, la programación está moldeada en base a ideologías y en consecuencia la “filosofía” se interpreta y se transfiere según la mentalidad del profesor.


Las mentes son muy manejables y las narraciones pueden ser ilusionantes, aburridas e incomprensibles... por ello no es falso decir que la RESPONSABILIDAD DE UNA EDUCACIÓN OBJETIVA SIEMPRE SERÁ DEL PROFESORADO.


El mundo tendrá un futuro... Es importante parar y hacer elucubraciones. Ya en muchas familias las preocupaciones rondan alrededor de los hijos pequeños, de los nietos... ¿por qué será?... Es importante parar y reflexionar, siempre es posible corregir y bloquear...

Noticias relacionadas

En nuestra realidad circundante, en lo que solemos citar como nuestro entorno, el sistema judicial tiene como objetivo no la Justicia, abstracción platónica que nos trasciende, sino garantizar, con realismo y en la medida de los posible, la igualdad de los ciudadanos ante la ley, que no es poco. Por eso hablamos de Estado de Derecho, regido por la Ley.

Estamos habituados a tratar con las apariencias, con la natural propensión a complicar las cosas en cuanto pretendemos aclarar los pormenores implicados en el caso. Los pensamientos son ágiles e inestables. Quien los piensa, el pensador o pensadores, representa otra entidad diferente. Y curiosamente, ambos se distinguen del fondo real circundante, este tiene otra urdimbre desde los orígenes a sus evoluciones posteriores.

Dejó escrito Salvador Távora sobre Andalucía que «la queja o el grito trágico de sus individuos sólo ha servido, por una premeditada canalización, para divertir a los responsables». No sé si mi interpretación es acertada, pero desde que vi por primera vez su obra maestra, Quejío, en el teatro universitario de Málaga creo que muy poco después de su estreno en 1972, el término adquirió para mí un sentido diferente al que antes tenía.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto