Voy a romper una lanza a favor de algo que está muy, pero que muy mal visto por todos los partidos políticos (menos uno), por casi todos los medios de comunicación, por todos menos ningún organismo internacional actualmente dominados por lobbies LGTBIQPA+, por todos los fanáticos, los cegatos, los iluso-progres, y por muchos más pastoreados por todos los anteriores.
Mi lanza es a favor de VOX, aunque no soy ni afiliado ni siquiera fan de ese partido; pero, cuando la gestión política, social, cultural, sanitaria, económica, demográfica, legislativa, educativa, judicial y humana están tan extremadamente mal que no cabe peor, el revulsivo que necesitamos en España no puede ser otro que VOX.
Sin complejos (como otros), sin medias tintas (como otros), sin saber a qué cartas jugar (como otros), entendiendo que el mal es radicalmente profundo y sólo se soluciona cortando por lo sano; y todo ello sin extremismos, sin ostentación, sin complejos, sin miedo a quien lo hace mal e insulta; pero eso sí, con el apoyo y respaldo del pueblo llano, de la calle, de la mucha gente de bien que hay en España; esa es exactamente la posición exclusiva pero no excluyente del partido VOX.
¿Que parece que exagera en algún punto? Además de comprensible es deseable en función de que tanto cegato despierte y vea que lo absolutamente exagerado es lo mal que se está haciendo políticamente aquí, en España.
Es el partido que defiende justamente lo que necesitamos, y lo defiende con criterio, con principios, con firmeza, sin complejos y con las ideas muy claras:
Necesitamos seguridad y las fuerzas del orden están de acuerdo con VOX, y no están con quienes las maltratan como Sánchez y Marlaska. Necesitamos ayuda, y en muchos casos protección para las mujeres, las madres, las jóvenes, también para los niños y los ancianos; carecemos de ella y VOX sí la contempla, la ofrece y la garantiza.
Necesitamos educación auténtica y no ideologizar, pervertir y engañar a los niños en las escuelas. Educación que sea tal, con principios, con contenidos sólidos, con criterios morales, sociales, de cooperación y de afecto solidario.
Necesitamos igualar la dignidad de las personas, TODAS. Ni los trans ni los LGTBIQPA+ tienen más derechos que todos los demás. La igualdad está y consiste solamente en los mismos derechos y deberes ante la justicia. Sólo puede haber derechos añadidos para las personas física y mentalmente necesitadas.
Necesitamos protección para la familia como fundamento de la sociedad, en España se están quebrando los cimientos mismos como sociedad y va camino de convertirse en un aglomerado grupacional sin cohesión ni soportes, al albur de lobbies muy poco fiables.
Necesitamos defensa de los principios mayoritariamente, sociales, de solidaridad, cristianos, patrios, tradicionales, lingüísticos, institucionales y democráticos.
Necesitamos que todos los españoles tengan iguales oportunidades, iguales servicios sociales, iguales términos tanto jurídicos como de mercado, sanitarios y educativos; sin diferencias por vivir aquí, acá o acuyá.
Necesitamos defender la vida, la libertad y todo lo más humano de la naturaleza como es la identidad y la integridad de la persona. Todo lo opuesto es lo que hace el gobierno actual encerrado en la nefasta Agenda 2030 cuyo principal objetivo es destruirnos como país, como sociedad, como naturaleza y como seres humanos.
El cambio político, gubernativo, ideológico, cultural, antropológico, económico y democrático que necesitamos, que España necesita, sólo puede venir de una mano política con ética, racionalidad, sentido común, seriedad y rigor como la que presenta VOX en su auténtico programa, no en lo que otros dicen que dice.
El partido más votado necesitará apoyos que solo pueden venir de otros racionales y sensatos para desmontar la hecatombe sanchista, para normalizar la gobernanza, para restaurar las instituciones en su independencia. La tarea es ímproba, casi sobrehumana y requerirá tiempo, ganas, valor, resistencia, cooperación, empatía con los responsables y mucha, muchísima paciencia por parte de la ciudadanía ya que el cambio será una labor hercúlea; pero merece la pena. España necesita volver a ser un país digno con una democracia respetada.
No soy fan de VOX, soy más bien anti-partidos; pero el realismo, la objetividad, el no fanatismo que afronta la realidad real y no la progre, se imponen cuando uno ve, experimenta, reflexiona y trata de aportar realismo y sentido común en las situaciones extremas.
El 23J es una auténtica situación extrema, para España y para cada uno de nosotros los españoles.
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