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“Sumar” es la fusión de dos número para obtener uno nuevo. “Coalición” es alianza, unión, liga, confederación o acuerdo entre varias partes. “Apoyar” Favorecer, patrocinar, ayudar. “Filosofía” Conjunto de saberes que buscan establecer, de manera racional, los principios más generales que organizan y orientan el conocimiento de la realidad, así como el sentido del obrar humano.
Decisión que un ejército de opereta debería confirmar en un mal llamado Parlamento Democrático con voto de obediencia obligado. Me niego a pensar que todos los llamados diputados, senadores o políticos de oficio, tengan el maldito “pensamiento único”, “voluntad única” y “ceguera corporativa”. Me niego a creer que las conciencias individuales, en grupo organizado, aplaudan todo tipo de decisiones, “porque sí”.
Para España y para el PP, los resultados 23J son mejores que la mayoría absoluta o la del tándem PP-Vox que auguraban las encuestas. Con mayoría absoluta, Feijóo debía administrar lo que se encontrara, sin más. Con Vox al lado y las ayudas que aparecieran, debía hacer algo parecido, peor y más difícil. Con los 137 diputados que tiene solo debe hacer lo que conviene.
En el primer semestre de este año -antes de las elecciones del 23J- el abismo social entre los seis grandes bancos y la inmensa mayoría de los españoles se ha agrandado en 12.386 millones de euros. Estas son sus ganancias netas -que suponen un 20,2% más que en 2022- a costa del empobrecimiento generalizado de las gentes de nuestro país, que sufren, por ejemplo, las más de un millón seiscientas mil familias que no alcanzan a pagar sus hipotecas. “La economía va bien” sólo para la gran banca.
En cada contienda electoral al cierre de los colegios electorales los medios de comunicación hacen públicas unas encuestas, llamadas “a pie de urna”, aunque muchas, o la mayoría, se realizaron días antes de la jornada electoral. A partir de estos datos el personal empieza a hacerse ilusión pensando que las cosas no van tan mal para los “suyos” y que los contrarios van por debajo de las expectativas que la campaña presagiaba.
He tenido la oportunidad de convivir en estos días con tres generaciones. Veinteañeros, cuarentones y setentones hemos hablado de lo divino y de lo humano. Pero apenas nos hemos referido a los comicios realizados hace tan solo una semana. Estoy convencido que hoy se hablará más del fichaje de un tal Kylian Mbappé o del resultado del primer Madrid-Barcelona de este año.
La Ley de la Vivienda ha acaparado la actualidad política de los últimos meses y su futuro está en tela de juicio a pesar de que entró en vigor el 26 de mayo. Numerosas formaciones han asegurado en reiteradas ocasiones su oposición a la ley y propietarios e inquilinos tienen serias dudas sobre las modificaciones que podrían ponerse en marcha, tras el resultado de las elecciones generales del 23 de julio.
El resultado del 23J es muy diferente a lo que todos los medios, encuestas y analistas vaticinaban. Una alta participación ha desbaratado lo que se anunciaba, cerrando el paso a un gobierno del PP con Vox. Pero las urnas no han mostrado un apoyo cerrado a los cuatro años de gobierno de coalición, en los que ha seguido avanzando el atraco financiero y monopolista.
Pasadas las elecciones, podemos preguntarnos ¿y ahora qué?. Al respecto caben dos ideas iniciales: la derecha y extrema derecha y la izquierda y extrema izquierda han quedado prácticamente igualadas y, ¿guardan las derechas y las izquierdas aquellos planteamientos que hace cuarenta años las diferenciaban?
El resultado electoral abre un periodo complicado para lograr la formación de Gobierno. Lo que es evidente es que el Partido Popular no consiguió los resultados que esperaba y podemos vernos abocados al bloqueo y la ingobernabilidad. De todas formas, lo que está claro es que la repetición electoral puede ser algo inútil, ya que es muy probable que los resultados electorales sean prácticamente iguales o muy similares y el bloqueo político e institucional seguiría.
El momento político de España ofrece el mejor guion de cine que cualquier guionista pueda imaginar. Si nos atenemos al esquema del viaje que el héroe debe realizar, el momento es que empieza la aventura. Venimos de unos resultados electorales que dejan la partida de ajedrez en tablas pero que también invitan a uno de los contendientes a iniciar un proceso.
El domingo 23 de julio se han realizado los comicios generales de España, en los cuales la derecha ha fracasado en su meta de lograr una mayoría absoluta. Pese a que las encuestas que esta había encargado pronosticaron que este sector para remover a los socialistas, esto no ha ocurrido. La suma de los diputados electos del conservador Partido Popular y de los franquistas de Vox no le permite a la oposición desplazar al presidente Pedro Sánchez.
Es un buen signo de los tiempos que no haya surgido ninguna tensión especial en los mercados -ni siquiera mucha curiosidad- en vísperas de las elecciones generales en España. Hace diez años, la crisis periférica aún estaba en pleno apogeo, y los cambios políticos al minuto eran escrutados por los inversores. El hecho de que la salud económica de España no sea actualmente una preocupación importante ayuda, por supuesto.
Mi análisis de las consecuencias de lo de ayer: El PP necesita los votos de Txapote para gobernar Ha utilizado erróneamente la persona del singular. El PSOE necesita pactar con ABBA, para tender puentes hacia Waterloo.
Las elecciones no las ha ganado un partido ni las ha perdido otro, simplemente las sigue ganando, como era de esperar, la globalización. Este fenómeno, hoy dominante, que está apadrinado y dirigido por el gran capital, controla tanto la economía y la política como la sociedad. Las razones parecen estar claras.
Con cierto temblor me apresté esta mañana temprano a acercarme a mi colegio electoral junto a mi esposa. Me sorprendieron favorablemente las largas colas que se estaban formando antes de las diez de la mañana. Si algún político se maliciaba el aumento de la abstención, me da la impresión de que se ha equivocado de medio a medio.
El PP gana las elecciones (136 diputados) pero se queda lejos de la mayoría absoluta (176 diputados), mientras que el PSOE aguanta y pasa a ser segunda fuerza con 122 escaños.
Aristóteles, en el libro VI de la Política, atisbó la División de Poderes, y el propio Montesquieu, considerado padre de la idea, se basó en el estagirita sin citarlo, si bien nuestra “Escuela de Salamanca” se había anticipado al francés. También el inglés Locke se adelantó y propuso limitar la soberanía del Poder estatal.
Cuando todavía andábamos resacosos de la campaña electoral del 28-M y todavía sin digerir los resultados de una elecciones municipales y autonómicas que han llevado al poder en CC.AA. y grandes ciudades al tándem PP/VOX nos encontramos ya a finales de otra campaña electoral camino del 23-J que, si Dios, Alà y Buda junto con los votos de los españoles no lo remedian llevará a la Moncloa al amigo del narco cogido de la mano del líder de la extrema derecha española.
A pocos días para la celebración de las elecciones generales del 23-J, los programas de los principales partidos políticos que concurren a los comicios ya han sido publicados y el equipo de expertos fiscales de TaxDown, ha analizado las claves que los candidatos de los cuatro partidos con representación en todo el territorio nacional han ido desgranando durante las últimas semanas y en estos últimos días.
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