Ciertos analistas políticos hablan de empate técnico y es lógico que lo digan, ya que el número de votos ha sido casi igual en los dos partidos mayoritarios
El resultado electoral abre un periodo complicado para lograr la formación de Gobierno. Lo que es evidente es que el Partido Popular no consiguió los resultados que esperaba y podemos vernos abocados al bloqueo y la ingobernabilidad.
De todas formas, lo que está claro es que la repetición electoral puede ser algo inútil, ya que es muy probable que los resultados electorales sean prácticamente iguales o muy similares y el bloqueo político e institucional seguiría. Ciertos analistas políticos hablan de empate técnico y es lógico que lo digan, ya que el número de votos ha sido casi igual en los dos partidos mayoritarios. El bipartidismo ha resurgido con fuerza en estas elecciones. Parece que la mayor parte de los votantes quieren moderación y se alejan de extremismos o populismos. Celebrar nuevas elecciones en noviembre o diciembre no arreglaría nada, por lo ya expresado.
Creo que lo más adecuado, teniendo en cuenta los 172 escaños del PSOE y los otros partidos de izquierda que pueden pactar con Sánchez y los 170 del Partido Popular y Vox las expectativas para Feijóo no son las de que se abstenga el partido socialista, sino la de aceptar que una coalición de partidos encabezada por el actual Presidente del Gobierno continue dirigiendo la política española, con todo lo que esto supone. Si no lo consigue Pedro Sánchez no quedara más remedio que repetir elecciones. A mi juicio, la estrategia electoral del señor Feijóo no fue acertada al no ir al debate a cuatro, que se proponía en la televisión pública. Además, afirmó cosas falsas en relación con las subidas a los pensionistas y una parte considerable de los electores tienen en cuenta este tipo de actitudes a la hora de votar. Todo cuenta, aunque parezca que no.
En todo caso, es preciso reconocer que los conservadores ganaron por estrecho margen, porque una parte muy considerable de nuestro país muestran actitudes de temor o miedo a los gobiernos de izquierdas pensando que, si llegan al poder, sus hijos o nietos van a pasar hambre o convertirse en pobres. Esto es una exageración indudable y es falso. Todo lo contrario, de lo que se trata, gobierne quien gobierne, es de proteger a las capas sociales más desfavorecidas y vulnerables. En definitiva, se debe avanzar en la búsqueda de un mayor bienestar social, que llegue a todos los ciudadanos. Y esto mismo no supone masacrar con impuestos a las clases medias. Lo que se debe hacer es poner más impuestos a las grandes empresas y a los ricos o muy ricos, para que colaboren en interés de todos.
Parece que el mensaje de los votantes es que se gobierne con la distribución de fuerzas o formaciones políticas llegando a acuerdos o pactos y dialogando y consensuando de la mejor forma posible buscando el bien común. Y esto mismo tiene más valor aún, si se piensa que la participación ha sido alta.
Se puede pensar que es posible una política estatal o central de acuerdos sobre distintas cuestiones que afectan a todos. El consenso es posible y deseable, para que la lucha política ante la fragmentación política no produzca tal inestabilidad, que no se pueda desarrollar una actividad de gobierno fluida y constante, en beneficio de todos los ciudadanos.
Yolanda Díaz no ha conseguido los resultados esperados, ya que, en mi opinión, la gente ha optado más por el voto útil a los dos partidos mayoritarios.
Es como si surgiesen dos bandos parecidos a los de la pasada guerra civil española del 36. Han transcurrido muchísimos años. Se debe volver al diálogo y no a los enfrentamientos entre bloques antagónicos. En relación con el señor Abascal, en mi opinión, en el debate debió utilizar una estrategia más potente y poner sobre la mesa, por ejemplo, medidas concretas contra la crisis económica y los problemas del paro, vivienda, Sanidad y Educación.
Respecto a los partidos independentistas la labor para poder gobernar va a tener que ser muy intensa por parte del Pedro Sánchez, ya que tiene que dialogar con respeto al marco constitucional, para poder llegar a pactos o acuerdos que le permitan ejercer el poder del Estado. No va a ser sencillo, pero es posible. Gabriel Rufián ya en la misma noche electoral le ha ofrecido el diálogo con condiciones y no un cheque en blanco. Es algo que, en principio, es muy positivo, porque es una línea de negociación que pueden adoptar otros partidos catalanes independentistas.
Las navidades son tiempos de repaso y de pedirse cuentas a uno mismo. A nuestra provecta edad los años se suceden en un vuelo. Te parece imposible que haya pasado tanto tiempo desde que las vivías con tus abuelos y después con tus padres. Ahora resulta que las pasas con tus hijos y tus nietos.
Millones de seres sintientes han sido ejecutados en la pesca y los mataderos para productos que no necesitamos y que implican desde su primer momento hasta el último un infierno para los protagonistas silenciados, los animales. Yo te invito a ti que estás leyendo a visitar la larga lista de alternativas vegetales que puedes hacer en cualquiera de las recetas habituales.
Me pregunto cuándo se va a dejar de politizar absolutamente todo por parte de los movimientos “progres” de este país, unos movimientos asociativos y políticos cuyos ideales cada vez se los cree menos gente; me pregunto cuando dejará la izquierda “progre” de crear tanto odio en esta España, una España que han convertido en “facha” o roja.