Francisco afirmó, alegó y denunció.
“El derecho de algunos a la libertad de mercado no puede estar por encima de los derechos de los pueblos, ni de la dignidad de los pobres, ni tampoco del respeto al medio ambiente”. “Fratelli tutti”, octubre de 2020.
Son muchas las declaraciones y denuncias de Francisco que le han hecho ganar el respeto y la admiración no sólo de gran parte de la Iglesia Católica, sino también de la gente más progresista y revolucionaria. Algunas palabras suyas son aquí nuestros epígrafes.
“¡Cuánto desprecio se manifiesta a veces hacia los más débiles, los marginados, los inmigrantes! En este día, quisiera que volviéramos a tener esperanza y confianza en los demás, incluso en quienes no nos son cercanos o vienen de tierras lejanas, con costumbres, modos de vida, ideas y hábitos distintos a los nuestros. Porque todos somos hijos de Dios”. Uno de sus últimos alegatos, abril de 2025.
Muchos de tales alegatos de Francisco son cargas de profundidad -provenientes del pontífice de la Iglesia católica-, son denuncias frontales contra el actual capitalismo empobrecedor y depredador.
“Quiero pedirles en nombre de Dios a los grupos financieros y organismos internacionales de crédito que permitan a los países pobres garantizar las necesidades básicas de sus gentes, y que condonen las deudas tantas veces contraídas contra los intereses de nuestros pueblos”. Declaración en 2019.
Declaración contra la dominación imperialista de los países del Tercer Mundo y en defensa de sus pueblos y -contra su pobreza- por la redistribución de la riqueza.
“Quiero pedirles en nombre de Dios a las grandes corporaciones extractivas -mineras, petroleras, forestales, inmobiliarias, agronegocios- que dejen de destruir los bosques, humedales y montañas, que dejen de contaminar los ríos y los mares, que dejen de intoxicar a los pueblos y los alimentos”. También en 2019.
Francisco no sólo comprometido contra las agresiones imperialistas, sino también contra la barbarie del capitalismo depredador, que destruye el medio ambiente y condena a la humanidad a la pobreza.
“La primera tarea es poner la economía al servicio de los pueblos… La economía no debe ser un mecanismo para acumular bienes, sino la correcta administración de nuestra casa común. Esto implica el compromiso de cuidar esa casa y de distribuir adecuadamente sus bienes entre todos”. Con Evo Morales, en Bolivia, 2015.
Francisco -argentino, de nombre y apellido Jorge Bergoglio- es el primer papa que viene de un país del Tercer Mundo, y, aún más, de nuestra inmensa patria hermana, Hispanoamérica.
“La martirizada Ucrania sigue siendo golpeada por ataques a las ciudades que a veces dañan escuelas, hospitales e iglesias. Que callen las armas y resuenen los cantos navideños”. Diciembre de 2023. «Lo que está sucediendo en Gaza tiene las características de un genocidio. Debería ser investigado cuidadosamente para determinar si encaja en la definición técnica formulada por juristas y organismos internacionales». Noviembre de 2024.
Francisco denunció las agresiones imperialistas y alentando la paz y el surgimiento de un mundo abierto y multipolar, donde las naciones del Tercer Mundo y del Sur Global pudieran encontrar un camino pacífico para su propio desarrollo y prosperidad.
“Para mí fue dos veces doloroso: en aquella matanza [los atentados de Hamás el 7 de octubre] perdí a viejos amigos argentinos que vivían en un kibutz de la frontera con Gaza”. “A ese desastre, a esa barbarie, luego se añadiría otra, enorme: los raides aéreos israelíes, que causarían miles de muertes de inocentes, sobre todo mujeres y niños; y cientos de miles de evacuados, casas destruidas, gente a un paso de la penuria”. Su autobiografía ‘Esperanza’, enero de 2025.
Contra la guerra, contra el terrorismo, contra el genocidio.
“Si miro el Evangelio sólo desde la perspectiva sociológica, sí, soy un comunista y también lo es Jesús». En declaraciones a American Magazine (revista jesuita afincada en Nueva York), 2022.
A lo largo de sus 11 años, el papa Francisco se ganó la simpatía y el apoyo no sólo de los cristianos de base, de aquellos que creen -como decía Lorca- “que Cristo puede dar agua todavía”, de los que católicos que luchan en el barro de la pobreza, mano a mano con los movimientos sociales, por construir alternativas al servicio del pueblo; sino también de millones de personas de izquierdas, no creyentes, agnósticas o ateas.
Necesitamos a una Iglesia como la que Francisco representa. Una Iglesia que se ponga del lado de los pueblos y del progreso, de la libertad y de la justicia social.
Con este artículo, como militante de Unificación Comunista de España, envío nuestro más humilde y afectuoso abrazo a la comunidad católica mundial en estas horas tristes; y expreso nuestro profundo deseo que las semillas de paz y justicia, que Francisco plantó, echen profundas raíces, y den nuevos y fecundos frutos. Sempiterno recuerdo de nuestro amigo del alma Francisco.
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