| ||||||||||||||||||||||
“En la presente Convención, se entiende por genocidio cualquiera de los actos mencionados a continuación, perpetrados con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso, como tal: a) Matanza de miembros del grupo; b) Lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo; c) Sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial; d) Medidas destinadas a impedir los nacimientos en el seno del grupo; e) Traslado por fuerza de niños del grupo a otro grupo”.La definición jurídica de genocidio adoptada en este caso ha sido objeto de numerosas y justificadas críticas vinculadas generalmente a la excesiva rigidez de la caracterización, que exige un singular elemento subjetivo del injusto, consistente en una intencionalidad destructiva explícita en el autor y que, al propio tiempo, excluye como víctimas probables de genocidio, entre otros, a los grupos políticos.De todas maneras, esta distinción no necesariamente debería aplicarse para delimitar lo que ocurre en Gaza. Pasa que, durante la modernidad, el genocidio tiene -según el autor al que recurrimos- características precisas que lo diferencias de las grandes masacres cometidas en tiempos pretéritos.
Jorge Manrique, poeta y hombre de armas, dejó en las “Coplas por la muerte de su padre” una sentencia que ha devenido tan inmemorial como cierta en algunas ocasiones: «…cómo a nuestro parescer/ cualquiera tiempo pasado/ fue mejor». No soy una persona nostálgica ni suelo aferrarme a tiempos pasados para contemplar una foto amarillenta y llorar a veces de lo que fuí o de lo que fueron mis familiares, amistades o de las aventuras y desventuras del pasado.
Hace unos cuantos años el Papa Francisco realizó en su encíclica “Laudato Si” (2015) una denuncia que en su momento sonó poderosa y se fue diluyendo, como todo en este mundo líquido: criticó una sociedad que trata a las personas y a los recursos naturales como objetos desechables, promoviendo de esta manera un estilo de vida basado en el derroche y la falta de respeto por la dignidad humana y el ambiente.
Si recorres con la mirada el friso de ambos laterales de la Basílica de San Pablo Extramuros, nos encontramos con los retratos de los 266 Papas que han dirigido la Iglesia. Desde San Pedro hasta nuestros días. Estos medallones están confeccionados con teselas, que forman un mosaico en el que se incluye el nombre del pontífice plasmado en dicho retrato.
Escribo este artículo desde Caracas, cuna de buena parte de los próceres americanos, donde quizá haya más ilustres hijos por metro cuadrado que en ninguna otra, como Bolívar, cuya estatua ecuestre veo a diario, paseando con mis perros, en el próximo a Ferraz, mi calle.
En estos días se han sucedido las declaraciones extremistas, transmitidas por unos y otros, ante la aprobación por parte del Papa Francisco de un documento del DDF (antiguo Santo Oficio), por el que se autoriza que los sacerdotes bendigan a parejas homosexuales y a parejas de hecho heterosexuales.
Últimamente nos hemos acostumbrado a ver multitudes vociferantes soltando gritos amenazadores o denostando a los que consideran contrarios. Las manifestaciones pacíficas dejan de serlo en cualquier momento por motivo de alguna decisión interna o una “provocación externa”.
Una de las diversiones de los jóvenes de hoy es asistir a los masivos conciertos de los cantantes o grupos musicales de moda. Lo cierto es que no resulta fácil atraerlos con personajes que se muevan en una órbita más intelectual o comprometida. Sin embargo, las Jornadas Mundiales de la Juventud que organiza la Iglesia Católica y que este año se celebran en Lisboa, sí son capaces de concentrar a millones de jóvenes alrededor de los Papas que las vienen convocando desde 1984.
“Si el legado de Mandela, en otro tiempo, ha servido para iluminar como modelo los derechos de los presos del siglo XXI; también la historia del camino de las Jornadas Mundiales de la Juventud, deben servir como sol para cualquier andar por la tierra”
Me gusta esa gente que participa, que se entrega en cuerpo y alma al reencuentro con los demás, que lleva consigo la camiseta del amor para entrar en juego en cualquier esquina. Ahora la convocatoria la hace el Papa Francisco a Portugal, con motivo de la XXXVIII Jornada Mundial de la Juventud, para el 2 al 6 de agosto de 2023.
Para un recopilador de buenas noticias la temática para esta buena noticia de hoyse podía centrar en la celebración del aniversario del nacimiento de Jesús de Nazaret. El inicio de la historia más grande jamás contada. Pero han llegado a mis manos unos comentarios a propósito de la Navidad vertidos por el Papa Francisco en uno de sus discursos recientes.
Según Joan-Enric Vives, arzobispo de Urgell, el papa Francisco el 29 de junio publicó la bella carta apostólica 'Desidero desideravi' sobre la formación litúrgica del pueblo de Dios con lo que quiere “invitar a toda la Iglesia a redescubrir, custodiar y vivir la verdad y la fuerza de la celebración cristiana”.
Después del encuentro del presidente Pedro Sánchez con el Papa Francisco, ya se han fotografiado con el sucesor de Pedro, la Vicepresidenta segunda Yolanda Díaz y hace tan solo unos días el Ministro de la Presidencia Félix Bolaños, lo que indica que estos encuentros son una aspiración muy deseada por los miembros de este gobierno sociocomunista.
Puede resultar incómodo, insólito y tremendamente confuso para un católico poco practicante o, mejor dicho, con muchas dudas existenciales -que no sé si es exactamente lo mismo- el hecho de que la máxima autoridad de la iglesia católica, su pastor y dirigente, pueda, en determinadas ocasiones tener alguna salida que choca, se destaca o da la sensación de que la locomotora que dirige esta gran sociedad religiosa, con más de 2000 años de antigüedad, se haya salido de las vías.
El 25 de marzo de 2022 va a pasar a la historia como el día en el que los países, Rusia y Ucrania, fueron consagrados al Inmaculado Corazón de María por el papa Francisco. Esta decisión es provocada por la invasión bélica que sufre Ucrania por parte de Rusia y como respuesta a una de las peticiones de la Virgen de Fátima: la consagración de Rusia.
Plinio El Viejo, en su Historia Natural refiere un hecho que bien podemos aplicarlo a múltiples ocasiones de la vida, sobre todo cuando algún sabelotodo se atreve a pontificar sobre algo que desconoce con tanta contundencia que parece que es un experto en el asunto del que se trate.
Observo que en general ha tenido buena aceptación la reciente intervención del Papa en la rama laical de Comunión y Liberación, una de las realidades eclesiales surgidas en el siglo XX y que, como otras, tiene un problema que arranca prácticamente de su fundación: El ejercicio anómalo de la autoridad en el seno de la institución.
Sr. Marhuenda, en el libelo con el que se ha despachado a gusto contra el Santo Padre en su artículo de opinión, tiene el atrevimiento público de declararse católico y acusar al mismo Dios, le recuerdo que el Espíritu Santo es Dios, de confundirse inspirando a los Cardenales un candidato “catastrófico”. Se ve que es de pluma ligera, pero en cambio no demuestra estar muy ducho en temas doctrinales.
Mucho morbo ha creado la renuncia inesperada de Xavier Novell, obispo de Solsona. No es mi propósito unirme al enjambre de comentaristas y tertulianos que especulan sobre los motivos que han llevado a Xavier Novell a renunciar a la sede episcopal de Solsona. El tema de fondo es el celibato obligatorio de la clerecía.
El sumo pontífice ha hecho reflexiones muy interesantes sobre la actitud ante los desengaños en la vida, los fracasos, la corrupción, la pornografía, la presunción de inocencia (hoy tan devaluada) o el valor de la amistad y el valor del diálogo para la solución de conflictos. Como buen argentino no rehuyó a ninguna pregunta sino al contrario las despachó con su verbo fácil, sencillo y a veces arriesgado.
|