Según Chris Iggo, CIO Core Investment Managers en la gestora de fondos AXA Investment Managers y Presidente del AXA IM Investment Institute, “la inflación está retrocediendo” y este hecho es “más evidente en EE. UU., donde la inflación general se redujo al 3 % en junio”. El experto señala que “si la Fed vuelve a subir los tipos en julio, los tipos de interés reales implícitos para el próximo año estarán muy por encima de los registrados en la última década. Por tanto, está justificado que el mercado espere tipos de interés más bajos en 2024”. Esto supondría, según Iggo, un “aumento de la pendiente de la curva de rendimientos y una rentabilidad positiva de los bonos”. En este sentido, destaca que existe “la probabilidad de que los bonos del Tesoro de EE. UU. obtengan mejores resultados que otras clases principales de activos de deuda pública. Los bonos del Estado alemanes y franceses han superado ligeramente a los del Tesoro estadounidense (en la gama de vencimientos de siete a diez años). Sin embargo, el BCE tiene más que hacer para reducir la inflación”.
Iggo considera que, a pesar de que la inflación parece estar bajando, “será difícil que vuelva a alcanzar los objetivos de los bancos centrales. No hay indicios de que las entidades vayan a abandonar esos objetivos, por lo que puede significar que necesiten comprimir la demanda lo suficiente como para cambiar las expectativas inflacionistas sobre salarios y precios que se han acumulado durante los dos últimos años”. Asimismo, cree que “este escenario es aún más alcista para los bonos, aunque signifique tipos a corto plazo más altos. La evolución de la inflación y las respuestas de los bancos centrales en los próximos seis meses serán muy reveladoras a medida que se acerque el nirvana de volver a los objetivos de inflación fijados hace tiempo”.
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