La vida es caprichosa y en ocasiones nos marca de forma decisiva, bien para bien, bien para mal. La realidad es que la vida nunca te golpea, aunque tú te creas que es así. No debemos ignorar que no es la persona y sus circunstancias sino el hombre y sus actitudes.
Lo que hacemos en el presente, nuestros actos, condicionan nuestro mañana y es por eso que tenemos que saber diferenciar entre lo que hacemos sólo por nuestro propio interés y nuestras obras imbuidas en el amor al resto de las personas, nos condicionará nuestro mañana. Toda acción tiene muchas orientaciones pero muy pocas razones y es en este punto en donde debemos buscar el equilibrio entre lo que hacemos y lo que deberíamos hacer.
Si lo que nos mueve es la vanidad y la ambición estamos condicionando su mejor resolución. Si al contrario nuestras acciones están condicionadas por la generosidad y la entrega lograremos que lo que hagamos sea mucho mejor y el alcance de nuestras acciones será mucho mayor y positiva. No somos islas, somos seres sociables y sin los demás no somos nada, por mucho que lo queramos ignorar y resulta que cada uno de nosotros somos parte de un todo y el camino pasa por la senda de la entrega y del amor.
Recorrer la vida por la senda del reconocimiento de los otros, de los demás pues así se puede ver y valorar el reconocimiento que nos da Dios, como lo llaman algunos y otros lo conocen como el Gran Arquitecto al amar a los que nos rodean. Eso es la base de una sociedad que ama la libertad, la cultura. La base de la moral tiene sólo ese secreto.
Cuando se tiene miedo a la libertad, se pierde el sentido moral de la vida. La sociedad democrática ya terminó con la represión y parece que ahora quiere retornar y es algo menos inquietante. Bien decía Bécquer que una persona podía llegar a besar con los ojos, es a través es la mirada la que expresa todo aquello que no podemos controlar. Los ojos son el punto donde se mezclan alma y cuerpo.
Quizás la mejor forma de terminar sea la letra de la canción de Diego Torres, Color Esperanza:
Saber que se puede Querer que se pueda Quitarse los miedos Sacarlos afuera Pintarse la cara Color esperanza Tentar al futuro Con el corazón Es mejor perderse que nunca embarcar Mejor tentarse a dejar de intentar Aunque ya ves Que no es tan fácil empezar
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