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Al escenario político funesto de hoy se une la existencia de una sociedad profundamente afectada por la delincuencia, que mantiene a las personas encerradas en sus casas presas de un abierto temor. Diariamente se cuentan las víctimas fatales de enfrentamientos, agresiones sexuales, asesinatos, robos y asaltos; por cierto, el Estado no está respondiendo de la manera que se espera para proveer más seguridad a una ciudadanía indefensa.
En la convivencia humana se aprecian diariamente "delitos" que no tienen pena legal, pero sí la condena social. También hay faltas humanas de perjuicio casi nulo a la población, que tienen pena jurídica. El ardor de los políticos en tiempos electorales no debería encubrir bajezas como la mentira, que por acumulación y dureza generan un ambiente condenable, indigno de un Estado de derecho con monarquía parlamentaria.
La evolución de la moralidad sexual en las últimas décadas muestra un recorrido complejo, desde el impulso libertario del amor libre en los años 60 hasta el actual moralismo que busca reivindicar derechos en un sistema que permanece lleno de contradicciones.
Las ruinas están ahí, por todos los rincones del planeta. Hemos de repararlas en unión y en comunión de pulsos, no hay otro modo de hacerlo. Para ello, tenemos que enmendar caminos recorridos, reconstruirnos activando otra mentalidad menos dominante y más servicial, que al menos sepa escuchar a los oprimidos para entrar en sintonía, y no viva egoístamente en su espacio, donde no impera ni el bien hogareño ni la mirada que nos armoniza.
Definición de ética: es la parte de la filosofía que trata de la moral y de las obligaciones del hombre. De ahí se desprende lo que verdaderamente es moral: no se cae bajo la jurisdicción de los sentidos por ser de la apreciación del entendimiento o de la conciencia. ¿Y bien? ¿Qué pasa si es verdad que todos tenemos un precio? Si fuese afirmativa la respuesta resultaría que apenas podríamos quejarnos cuando alguien, por ejemplo, fuera un caradura.
Evidentemente, elegir lo que está bien desde la perspectiva de la conducta es lo exigible a cualquier ciudadano. Me refiero a que es obligatorio respetar y cumplir lo que dicen las leyes vigentes, en beneficio de todos. Los comportamientos individuales son responsabilidad de cada persona. La maldad humana, la crueldad, la violencia, la discriminación, la marginación, el odio y el egoísmo excesivo se observan en las sociedades de todos los países.
Michael Ignatieff es un filósofo, escritor, guionista, periodista y profesor académico al que le ha sido otorgado el Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2024. Fue el líder del partido liberal canadiense. Es un pensador que sueña con una democracia autocrítica, colaborativa y abierta. En su último libro titulado "En busca del consuelo" ha explorado las complejidades de la identidad política.
En el famoso "Mito de la Caverna" de Platón, se nos presenta una metáfora poderosa sobre la naturaleza del conocimiento y la condición humana. En este relato, los prisioneros viven encadenados desde su nacimiento en una cueva, donde sólo pueden ver sombras proyectadas en una pared, creyendo que estas sombras son la realidad. Cuando uno de ellos escapa y ve el mundo exterior, descubre la luz del sol, símbolo del conocimiento y la verdad, que contrasta con la oscuridad de la caverna.
Si por hablar fuera, estamos rodeados de desbordamientos por las desmesuradas intervenciones. No hay sector de las actividades humanas libre de las argumentaciones sin control en torno a la ética. Es utilizada como un estandarte testimonial. Su simple mención avala las conductas.
Es todo tan caótico, tan inasumible, tan disparatado, tan poco decente... Oír hablar a representantes e integrantes del movimiento LGTBI es algo que no puedes pasar por alto, y no lo puedes pasar por alto por la indecencia, lo poco ético, lo poco natural, lo poco moral de sus explicaciones y argumentaciones...
La libertad de expresión se plantea como una cuestión resuelta. Pero en este mundo traidor no hay nada resuelto ni garantizado. Al revés, parece que entramos en un periodo de arbitrarias animadversiones, tendentes al tratamiento distinto de cosas iguales. Parcelar la libertad de expresión es acabar con ella. Es problema similar al de la justicia: parcialmente aplicada (no juzgo a mis amigos y persigo a mis enemigos por los mismos delitos) que fácilmente puede degenerar en arbitrariedad.
Una de las primeras medidas que tomaron estos últimos gobiernos de izquierdas fue la derogación de la ley educativa Lomce, la eliminación de la religión como asignatura, y el ir excluyendo poco a poco hasta su desaparición final a la enseñanza concertada. Colegios históricos y de renombre son colegios concertados y religiosos... y por eso lanzo dos cuestiones.
Ya hace décadas que la educación, la enseñanza, ha dejado de ser aprender las “cuatro reglas”. Desde hace años todo es más amplio y más complejo, ya que desde la tendencia conservadora, por ejemplo desde la ideología de Vox, no se habla solo de enseñar, se habla de educar: educar es un concepto amplio, que incluye contenidos, pero con valores.
La palabra del año 2023 fue, según la RAE, polarización. Un concepto estrechamente ligado a su vez con el fenómeno de los bulos y la realidad deformada que propician. En un marco tan crispado la consultora Torres y Carrera y la Facultad de Ciencias de la Información de la UCM han abierto una línea de investigación encaminada a determinar qué grado de conciencia tiene la sociedad española a partir de las preocupaciones globales.
El reciente movimiento liderado por Macron para incluir el aborto en la Constitución francesa y su propuesta para su inclusión en la legislación europea han avivado el debate sobre este tema sensible. A primera vista, la despenalización del aborto puede parecer un triunfo de la libertad de elección de la mujer. Sin embargo, es esencial considerar la perspectiva del ser humano no nacido, cuya vida se ve truncada en lugar de tener la oportunidad de nacer.
No soy especialista en belleza física y mucho menos en la masculina. Sobre la femenina, debo reconocer que -como cualquier varón- aprecio las facciones nobles (y los andares salerosos) con las que el Creador quiso adornar a las mujeres que estaban destinadas a ser: buenas hijas, buenas esposas y buenas madres.
Estudié periodismo con la única idea de conocer las diversas realidades de una sociedad y aprender a difundirlas con la objetividad del profesional. Todo lo que no sea eso es traicionar la profesión, traicionar mis ideales y engañar al pueblo llano que no tiene las facilidades que me ha dado a mí la vida.
En España, en la que no nos enseñaron y en la que conocemos, siempre han existido problemas de honradez, antiguamente llamados pícaros, hoy aprovechados, pringados, ladrones, mafiosos, colocados para, inmorales y, si se quiere hablar más claro, “clase política”...
El hombre es la especie que nace más desprotegida de la creación, su aprendizaje tarda años en serle útil y valerse por sí mismo también le resulta un tanto complicado. Son la familia y la sociedad las encargadas de darle todo aquello que necesita para que pueda desarrollarse de una manera completa y satisfactoria. ¿Y qué hace falta para ello? Una buena base educativa constituida por unos conocimientos morales y científicos.
“Las chicas que nos desdeñaron, los chicos que nos dejaron solos, los extraños que nos ignoraron, los padres que no nos entendieron, los jefes que nos rechazaron, los mentores que dudaron de nosotros, los abusadores que nos vejaron, los hermanos que se mofaron de nosotros, los amigos que nos abandonaron, los conformistas que nos excluyeron, los besos que nos fueron negados, porque ninguno de ellos "nos vio". Estaban muy ocupados mirando para otro lado, mientras yo dirigía la mirada a vosotros. Sólo a vosotros. Porque soy uno de vosotros.”
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