Con la llegada de septiembre, el retorno a la rutina cobra protagonismo y, en muchos casos, desencadena el conocido como síndrome postvacacional. Según datos proporcionados por Fremap, entre el 30 y el 40% de la población activa se ve afectada por esta transición, marcada por la incertidumbre laboral, la inestabilidad en el mercado y los cambios en las dinámicas de trabajo, incluyendo el teletrabajo.
Durante esta fase de readaptación los efectos se manifiestan de diversas formas, impactando el bienestar de las personas. “Los síntomas del síndrome postvacacional se han identificado como un fenómeno que perdura aproximadamente una semana. Entre los efectos más comunes se destacan el cansancio, la irritabilidad, la dificultad para concentrarse y la lucha por recuperar la rutina laboral. Estos malestares se manifiestan en dolores de cabeza y estómago, trastornos del sueño, episodios de tristeza, insomnio e inapetencia, entre otros”, revelan fuentes de Deusto Salud, el centro de formación continua especializado en el sector de la sanidad y el bienestar.
Decálogo definitivo para una vuelta a la rutina laboral exitosa
La transición de las vacaciones al entorno laboral puede resultar desafiante para muchos, pero existen varias estrategias que pueden contribuir a que este proceso sea más fluido y menos traumático. A continuación, los profesionales de Deusto Salud presentan el decálogo definitivo para la vuelta a la rutina:
Planificación y organización: Antes de reincorporarse al trabajo, son pasos esenciales dedicar tiempo a revisar la agenda, establecer metas realistas y prioridades, y elaborar una lista de tareas pendientes. Organizar los proyectos y determinar prioridades para los primeros días permitirá reducir la sensación de agobio.
Incorporación gradual a la rutina: Si es viable, conviene evaluar la posibilidad de volver al trabajo de forma gradual. Comenzar con medio día o jornadas más cortas en la primera semana puede facilitar la readaptación a la rutina laboral.
Fomentar rutinas saludables: Establecer dinámicas antes de que las vacaciones finalicen resulta beneficioso. Mantener una pauta de sueño regular y una alimentación equilibrada influyen positivamente en la energía y la concentración.
Acondicionar el espacio de trabajo: Si el trabajo se realiza en casa o se cuenta con un espacio propio en la oficina, anticiparse es fundamental. Organizar y limpiar el entorno de trabajo antes de volver contribuye a crear un ambiente agradable y ordenado, lo que hace más llevadera la reincorporación.
Compartir experiencias con compañeros: Comunicar las vivencias vacacionales a los colegas y escuchar las historias de los demás crea un ambiente relajado en el lugar de trabajo.
Establecer metas motivadoras: Definir objetivos y proyectos interesantes para la nueva etapa laboral genera motivación. Contar con metas específicas y desafiantes brinda un propósito claro y orientación en la vuelta al trabajo.
Autocuidado y actividad física regular: No descuidar el bienestar personal es fundamental en esta transición. Mantener hábitos saludables como el ejercicio, la meditación y el tiempo propio contribuye a reducir el estrés. Integrar una rutina de actividad física libera endorfinas y mejora el estado de ánimo.
Flexibilidad y tiempo para la reflexión: Es esencial comprender que la adaptación a la rutina puede llevar tiempo. Permitirse cierta flexibilidad al reencontrar el ritmo de trabajo es importante para evitar traumas. Dedicar momentos para reflexionar sobre lo gratificante del trabajo y las motivaciones personales refuerza el sentido de pertenencia.
Continuar aprendiendo: Explorar la posibilidad de participar en cursos o talleres relacionados con el campo laboral o áreas de interés contribuye a mantener la motivación y la estimulación intelectual.
Practicar la meditación y la relajación: Incluir pausas breves y momentos de relajación durante la jornada laboral ayuda a prevenir el agotamiento. Destinar tiempo a la meditación y la relajación disminuye el estrés y la ansiedad, aportando serenidad para enfrentar desafíos con calma y enfoque.
El mindfulness ayuda a lidiar mejor con el regreso al trabajo
El mindfulness puede reducir el impacto de este síndrome tras las vacaciones y facilitar la transición del retorno a la dinámica habitual.
El equipo académico del curso de Mindfulness de Deusto Salud revela que el mindfulness es una práctica que puede ser especialmente útil para enfrentar el síndrome postvacacional, ya que es interesante como práctica que ayuda a gestionar el estrés al promover la relajación. También aumenta tu capacidad de concentración y enfoque, lo que puede ser útil al regresar al trabajo y te permite reconocer y gestionar tus emociones de manera saludable”.
En resumen, el mindfulness es una herramienta valiosa, así que es clave determinar cuál se adapta mejor a tus necesidades y preferencias personales. Siempre es recomendable buscar un profesional capacitado en este campo para obtener el máximo beneficio de esta práctica.
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