Seguro que es un cuentecillo religioso, pero ahí va. Dicen que una novicia se acercó a Santa Teresa de Ávila y le preguntó: -Madre Superiora, qué me falta para ser santa?, la miró con dulzura y contestó: -Te sobra, hija, te sobra.
Hasta aquí la anécdota. Pues bien, el Banco Mundial acaba de afirmar por vigésima vez que España está económicamente en una situación muy grave. Mi hija, un primor, anda preocupada con el futuro de su prole y me ha llamado por teléfono para preguntarme que le falta a España para ser rica y le he contestado que no le falta nada, sino que le sobran muchas cosas.
Le sobran cientos de miles de teléfonos móviles de los que hacen uso miles de cargos públicos. A España le sobran miles de coches oficiales que sirven para que nuestros concejales se den paseos al por mayor. Sobran las Diputaciones que vienen a ser una especie de Secretarías de Organización para ir construyendo partidos políticos por esos páramos de Dios. Y si sobran las Diputaciones, también se pueden ir a paseo sus Presidentes, Vicepresidentes, Diputados, Asesores, Cuñados y Enchufados. Sobran cientos de Empresas Públicas creadas por Instituciones y que sirven de refugio y manduca a los tiralevitas y pelotilleros de este y del otro partido. Sobran las Mancomunidades de Municipios y algunos de ellos, me refiero a municipios que son “municipios”.
Sobran las Confederaciones de Empresarios, y desde luego que sobra su actual presidente, que viven de la sangría de nuestros impuestos. Puestos a retirar a los infiernos, sobran los subvencionados sindicatos de UGT y CCOO. Si en Málaga, es un poner, existen tres delegados de Cultura, a saber, el del Ayuntamiento, el de la Junta de Andalucía y el de la Diputación, y no dan pie con bola, sobran al menos dos de ellos, y ahora, hija, multiplica el gasto por un buen número de capitales de provincias. Sobran Ministerios y ministros y ministras, Consejerías, consejeros y consejeras, y lógicamente, con ellos, los subsecretarios, subsecretarias, viceconsejeros, directores generales y subdirectores del mismo y, con ellos, toda una legión de asesores y asesoras.
Sobran Vicepresidentes, Vicepresidentas, Portavoces y viceportavoces de todos los grupos parlamentarios. Sobran Presidentes y Presidentas de Comunidades Autónomas y, por tanto, están de más dichas Comunidades y el gasto que supone. Sobran banderas, hija mía, muchas banderas, numerosas señas de identidad, irreconocibles naciones singulares. Sobran diecisiete defensores de los diecisiete pueblos reconocidos. Sobra avaricia bancaria, extrañas embajadas en el exterior, sobran televisiones públicas. Sobran diecisiete Tribunales Superiores de Justicia. Sobra la biblia en pasta…
A lo mejor, hija, alguien me titula de facha, pues hasta eso sobra, porque no lo soy, pero tenía unas ganas enormes de decir cosas como éstas.
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