“Me llamo Sergio, tengo 27 años y soy exconsumidor de pornografía desde hace más de dos años. De toda mi vida, he vivido realmente 13 de verdad, el resto los he pasado como adicto al placer del porno. Cuando cumplí 11 años, un compañero de clase de informática me enseñó un videojuego virtual con el que acabé siendo adicto en el transcurso de los años… Hasta que un día, después de otra experiencia sexual, se despertó algo dentro de mí. Me di cuenta de que había tocado fondo y, de regreso a casa, empecé a buscar cómo dejar la adicción a la pornografía. Y por qué empecé a buscar cómo podía dejar la adicción a la pornografía y no al sexo? Porque la adicción al sexo me llegó a través de la pornografía” (Citado por Celeste López).
Alejandro Villena, sicólogo experto en sexualidad de la institución Dale una Vuelta, dice: “Muchas de las violaciones que se registran cada día tienen el origen en el porno. Y, sobre todo las agresiones grupales que cada día hay más. En las webs que muestran violaciones en grupo son algunas de las más vistas. También las de pedofilia”.
No existe efecto sin causa. ¿Cuál es la causa del incremento de la violencia sexual infantil? Según Alejandro Villena la pornografía tiene mucha culpa. Se tiene que ir más allá para descubrir al auténtico responsable. ¿Nos hemos parado a pensar por qué niños y adolescentes se dejan atrapar por la pornografía? La única causa creíble es porque siendo descendencia de Adán los niños son engendrados pecadores. Saldrán a la palestra los negacionistas y nos dirán que los niños nacen buenos y que son las circunstancias las que los hacen malos. Es cierto que el modelo sexual que transmite el porno es un estándar que no se ajusta a la realidad. Si no fuese porque en los niños se da la predisposición a dejarse guiar por él, lo que ven sus ojos les resbalaría y no dejaría ninguna influencia en ellos. Por ser los niños descendencia de Adán nacen pecadores enemistados con Dios y ajenos a su influencia beneficiosa. Los negacionistas salen a la calle vociferando que Adán es un mito como lo es la mitología greco-romana. Pueden negar la historicidad de Adán. Tienen ojos que no ven y no entienden la realidad de lo que ocurre. Los niños y los adultos son pecadores con distintos grados de maldad.
El rey David es convicto de adulterio y asesinato. Los hechos se mantuvieron en secreto hasta que Dios dijo basta y envíó al profeta Natán a amonestar al monarca. La censura fue efectiva. Reconoció su pecado y escribió el salmo 51. Destacaré lo que escribe sobre los niños: “He aquí en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre”. Dando por bueno lo que dice la Biblia de que ningún descendiente de Adán es libre de pecado, prosigamos con el tema.
El apóstol Pablo escribiendo a los cristianos de Éfeso les recuerda que salieron del paganismo. Cuando creyeron en Cristo abandonaron su pasada manera de vivir. Teniendo en cuenta que los niños cuando nacen lo hacen como pecadores inconversos, es decir: paganos. Lo que el apóstol recuerda a los efesios es que la manera de vivir que abandonaron al convertirse a Cristo es perfectamente aplicable a los niños y adolescentes que se dejan seducir por los videojuegos pornográficos, hoy: “Esto, pues, digo: requiero en el Señor, que no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente” (Efesios 4: 17). El apóstol recuerda a los cristianos de Éfeso que sus excesos sexuales que caracterizaron la cultura greco-romana no tenían límite. Incluso la religión que tenía que servir para frenarlos los fomentaba con la prostitución sagrada. ¿No nos estamos zambullendo en la piscina de la inmoralidad desenfrenada? ¿No estamos recuperando las orgías sexuales que caracterizaron la cultura greco-romana? ¿No se están fomentando la regresión quienes piden que se recupere la enseñanza en las escuelas de los clásicos greco-romanos?
El Señor escogió a Pablo como apóstol de los gentiles “para que abriese sus ojos para que se convirtiesen de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios, para que recibiesen por la fe que es mí (Jesús) perdón de los pecados y herencia entre los santificados” (Hechos 26: 18). Andar en la vanidad del pensamiento como hacen los incrédulos lleva a adorar a la criatura en vez del Creador, lo cual tiene consecuencias negativas: “Los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza” (Efesios 4: 19). ¿No es el peligro de la pornografía que denuncia Celeste López al ver los efectos desastrosos que la pornografía ejerce en niños, adolescentes y adultos induciéndoles a entregarse a pasiones vergonzosas hasta el punto de cambiar el uso natural del sexo al que es contra natura? El desenfreno sexual únicamente podrá corregirse cuando hombres y mujeres dejen de verse mutuamente como objetos de placer y pasen a verse como personas que tienen que amarse con el amor de Dios que busca el bien de ellos.
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