Allá se fue todo chulo y reluciente, ¡Mamma mia!
Tuvo que oír (no escuchar) a Milei digno, serio, preciso y eficaz; y a él sólo se le ocurrió expresar barboteando todo lo contrario en fondo y forma; o sea, jabón, mentir y echarse colonia (quedó colonizado), ridiculizado; de paso dejó a España, como suele hacer, pingando y pringada.
Tengo oídas o leídas más de diez constataciones de competentes profesionales, desde psiquiatras, médicos, abogados, psicólogos, etc. que, con criterio, califican a Sánchez de psicópata. Viendo sus argumentos, que conozco bien por mi profesión, no puedo estar más de acuerdo. En Davos vino a demostrarlo por infinitésima vez.
Estando como estamos gobernados por esa psicopatía y los infinitos contagiados en su derredor, nada extraño que España esté como está. ¿Y cómo está España? Pues está bajo el sanchismo liderando en Europa todo lo peor y siendo el hazmerreir en el resto del planeta.
Parafraseando a San Agustín podemos decir que en España muchos seguimos cojeando por el camino correcto, mientras él y su rebaño progresistean por los caminos más abyectos; desde copar las instituciones para eliminar democracia hasta adherirse ciegamente, no, ignorantemente a la agenda 2030 que es la auténtica biblia de los satanistas tahúres y trileros de nuestro mundo; uno más de ellos.
Mención especial merece el progresismo de Sánchez cuando él dice que fomenta, vela y promueve la convivencia en nuestra España; la realidad es que no duda en dividirla todo lo posible, incluso exterminarla si puede llegar a ello, para lo cual su última bandera es la amnistía esa que perdona delincuencia para crear división, diferencias, sumisión, violencia, desgobierno, injusticia, pobreza, rebelión y desguace. Para él todo eso es convivencia y apaciguamiento, por eso:
- en la calle es "proclamado" - en Ferraz es llamado por su nombre - en Moncloa es temido con aplausos - en Europa es besado - en Estados Unidos es "apreciado" - en Cataluña es des-creído - en Madrid es piñateado - en el Parlamento europeo es desairado - en España es ambiguado - en el gobierno es mentido - en el parlamento es insultado - en los medios de comunicación es bienhallado - y en todas partes es el mentiroso.
Sánchez ha conseguido que la ley sea igual para todos: perversa. El mejor ejemplo es él mismo, que puede "por ley suya" vender a España, maltratar con un muro a todo español que no sea de su cuerda, engañar, sabotear, comprar y vender tanto a personas como a medios, a grupos y colectivos pagando con dinero de los españoles a extranjeros, a los plutócratas mundiales, a su amigo personal del sur; puede contaminar la tierra, humanizar animales y deshumanizar personas. En fin, todo lo que la humanidad desprecia y castiga, pero él es el igual-especial, que para eso es, está, vive, manda, posa ¡y ya está!
Todos conviviendo y todos iguales; el que mata, el que distorsiona, el que roba, el que nos exprime, los que escrachean, los que odian, los traidores, los etarras, los que amnistían y los amnistiados. Él tiene en mente a un español y sólo uno, su capacidad y su presidencia no dan para más.
Hoy podemos proclamar muy alto y claro que, gracias al sanchismo, estamos mucho peor como ciudadanos y como país en economía, en libertades, en paz y progreso, etc. mucho peor que en los años 60 - 70 del pasado siglo. Sin duda, entre una dictablanda y un sanchismo, me quedo con la primera.
Sr. Sánchez, persiguiendo sólo poder y gloria olvidas que el ser humano es trascendente; si no te trasciendes a ti mismo para ayudar y servir al ciudadano necesitado y a los más vulnerables, ya puedes aparentar, mentir, engañar o robar, que seguirás postrado en el hedor de tu poder y gloria.
|