Como no soy técnico, ni jurista, ni intelectual estudioso sino, simplemente, una persona de a pie que tiene conocimientos básicos, intereses básicos, moralina social alta y compromiso personal creo que aceptable, me atrevo a preguntar en voz alta (en mi situación, “en voz alta” es, simplemente, un estribillo para expresar que lo normal es que nadie me escuche o conteste):
¿Por qué se permite y no se rebate, con rotundidad, cualquier comentario sobre los temas “en cartera”, simples borradores en manos de las partes implicadas?
¿Por qué se permite que se utilice “políticamente” (mejor sería decir “fraudulentamente”) las opiniones expresadas en dichos adelantos, “en sucio”, extrayendo de los mismos sólo los párrafos que vengan bien a los intereses de “mi Gobierno” o mejor dicho de “mi Partido”?
¿Por qué la “Comisión de Venecia”, cuando va a iniciar cualquier estudio de interés y trascendencia política, no publica, previamente, un escrito,“ACLARATIO TERMINIS”, de la tarea encomendada y los condicionantes que se imponen a las partes interesadas?
Por todo eso, tan simple, me dan pena las declaraciones del señor BOLAÑOS, “niño prodigio, primero de su clase”, defensor de sí mismo y “agua bendita” para su catedrático.
AD PEDEM LITTERA: “Al pie de la letra”, se atrevea publicar desde su pequeña cátedra y contra COMMUNIS OPINIO: “Opinión común”, frases y opiniones de un anteproyecto que por “CORTESÍA INTELECTUAL” se adelantan entre profesionales respetables y de jamás dudosa integridad.
“Comisión de Venecia”, como diría todo “Sancho Panza”, justo servidor del gran Don Quijote, es lo más parecido a lo que se conoce como ARBITRAJE VOLUNTARIO. En este ARBITRAJE VOLUNTARIO, las partes “exponen, explican y fijan posturas” que, posteriormente, sin intromisiones “ad hoc”, el ARBITRAJE estudia, compara, encaja legislativamente y decide. Tras esta breve exposición, que, como es habitual en España, cada cual ponga la nota que crea oportuna, justa o, simplemente, acorde a sus ideas.
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