Casi tres millones en España sufren osteoporosis, según un informe de la Sociedad Internacional de Osteoporosis. Se trata de una dolencia que se caracteriza por la disminución de la densidad ósea y provoca un aumento en el riesgo de sufrir lesiones o fracturas por la fragilidad de los huesos, afecta mayoritariamente a personas mayores y termina afectando a su movilidad e independencia, pudiendo llegar a hacer necesario el uso de sillas de ruedas.
La población española sufre un progresivo envejecimiento debido al aumento de la esperanza de vida, que en 2023 ha alcanzado los 87 años en mujeres y los 81,8 en hombres. Esta realidad hace más necesario que nunca un cambio de paradigma hacia un un enfoque integral centrado en la prevención y el tratamiento de afecciones asociadas a la tercera edad, como por ejemplo, la osteoporosis.
Sin embargo, en la actualidad hay estrategias para prevenir y ralentizar el avance de la enfermedad. La combinación de practicar ejercicio adaptado, contar con atención ortopédica especializada y seguir una dieta adecuada es clave a la hora de combatir los efectos de esta dolencia y que los afectados por esta dolencia puedan disfrutar de una mejor calidad de vida, aseguran los especialistas.
Uno de los pilares de la prevención es realizar alguna actividad física regularmente. Eso sí, es importante que estos ejercicios sean adecuados al estado físico de cada paciente, por ello se debe consultar con un fisioterapeuta u ortopedista para garantizar su seguridad. Actividades como caminar, nadar, practicar yoga o pilates; así como realizar ejercicios con resistencia o pesas, ayudan a mantener la salud muscular y ósea.
El cuidado ortopédico también desempeña un papel fundamental para aconsejar el uso de dispositivos de apoyo, como bastones, muletas o andadores, en el momento en el que sean necesarios. Gracias a ellos, la estabilidad del paciente mejora y disminuye el riesgo de caídas, evitando que se produzcan lesiones o fracturas más graves. Además, en los casos en los que la enfermedad esté más avanzada o se añadan otras dolencias, el profesional podrá recomendar el uso de sillas de ruedas adaptadas o de una silla de ruedas eléctrica, que permitirá al paciente conservar cierta movilidad y autonomía.
Seguir una alimentación saludable rica en alimentos frescos y poco procesados es otro factor clave para cuidar de la salud ósea en la tercera edad. La masa ósea está formada por minerales como el calcio, el fósforo, el magnesio y el flúor, por lo que una dieta adecuada para preservarla debe incluir alimentos que aporten esos minerales, además de vitamina D y otros nutrientes, como la vitamina C, el manganeso o el zinc. Es recomendable incluir en la dieta diaria lácteos bajos en grasa, frutas y hortalizas, pescados, frutos secos y legumbres.
Además, en la actualidad, existen en el mercado diferentes suplementos y otros medicamentos específicamente diseñados para tratar la osteoporosis y preservar la densidad ósea y la salud muscular, pero sólo deben tomarse por prescripción de un médico especialista en ortopedia, que evaluará las necesidades específicas de cada paciente y supervisará el tratamiento.
Prevenir y tratar la osteoporosis pasa por la correcta combinación de estos tres ámbitos: ejercicio, cuidado ortopédico y nutrición. Las personas mayores o sus familiares deben contactar con un especialista que puedan orientarles y diseñar para ellos un plan a medida, que les permita disfrutar de la mejor calidad de vida en cada etapa de la enfermedad.
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