Parecería contradictorio afirmar que Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel durante 15 de sus 75 años de existencia, debilite tanto a su propio país. Ningún otro gobierno le ha socavado tanto interna y externamente.
Queriendo evitar ir preso por fuertes acusaciones de corrupción, él ha buscado mantenerse en el poder y anular la independencia del poder judicial. Entre marzo 2019 y noviembre 2022, se dieron 4 elecciones generales donde no se pudo estabilizar ningún gobierno. Hace 12 meses, su partido (Likud), obtuvo el primer lugar con el porcentaje más bajo posible (23.4%). Pese a ello, Netanyahu confeccionó una coalición uniéndose con extremistas nacionalistas y religiosos.
Su nuevo gobierno polarizó a la sociedad hebrea. Cada semana decenas o cientos de miles salieron a las calles defendiendo la autonomía judicial. Ya antes, Netanyahu había provocado a las minorías no-judías (25% de Israel) con leyes que indican que Israel es un Estado solo para la mayoría religiosa y que se anulaba al árabe como idioma cooficial (pese a que este es hablado por el grueso de los habitantes de "Tierra Santa"). Se enajenó a los árabes drusos, la etnia pro-israelí que en proporción a su población es la que más soldados y muertos en guerra tiene.
En abril, Isaac Herzog, presidente israelí, aseveró que Israel pasaba por su peor crisis desde su fundación en 1948. Tanto él como el ejército (IDF) alertaron de que los enemigos de Israel iban a aprovechar ello para desencadenar una tormenta (como ocurrió con la que se autodenominó Al-Aqsa). Sin embargo, Netanyahu desoyó ello e informes de Egipto. El 7 de octubre se dio la sorpresiva incursión del Hamás al sudoeste.
Israel tiene uno de los servicios de inteligencia y militares más caros y sofisticados del mundo en proporción a sus habitantes. Empero, no pudieron percibir que Hamás y otros grupos coordinaron durante meses este ataque, el cual se dio en una fecha predecible (exactamente 50 años después de la guerra de 1973). Pese a que Gaza está rodeado por aire, mar y tierra por Israel, quien ha levantado un costosísimo muro en su alrededor, casi 2,000 palestinos burlaron el cerco y fueron a cazar rehenes.
Desacreditado por dicha falla y por la gran desunión interna, Netanyahu comanda sin mucha autoridad una nueva guerra.
Israel presentó los sucesos del 7/10/2023 como un pogrom y como la peor matanza de judíos después del holocausto nazi. Atacar indiscriminadamente blancos civiles o secuestrarlos va en contra de los derechos humanos.
Empero, la propaganda oficial sostuvo que Hamás decapitó a 40 bebés, violó a mujeres y mató a 1,400 civiles. Las 2 primeras cosas demostraron ser calumnias. Luego los muertos se redujeron a 1,200, de los cuales muchos fueron soldados. Recientemente, dos diarios israelíes serios ("Ha'Aretz" y "Yedioth Ahronoth") probaron que varios de los civiles fueron asesinados por el IDF pensando que eran "terroristas". El nivel de destrucción de ciertas construcciones y la quema de decenas de autos en fila solo han podido ser efectuados por tanques o helicópteros (que Hamás carece).
Cuando el IDF atacó Gaza, se suponía que la prioridad era rescatar a los 200/300 rehenes. Empero, solo han liberado a uno, mientras que los familiares de ellos se quejan de que varios de sus parientes han muerto por los superbombardeos o que estos afectan la integridad física y psicológica de estos, así como el que reciban agua, comida, medicinas y atenciones.
Aunque inicialmente la policía quiso prohibir toda marcha, varias de esta se han dado demandando un canje entre rehenes y prisioneros palestinos. 25,000 israelíes llegaron a Jerusalén tras una marcha de 4 días desde Tel-Aviv organizada por familiares de los rehenes. El Gobierno se vio obligado a conversar con sus representantes, mientras que la mayoría de las naciones demanda un inmediato cese al fuego e intercambio de cautivos.
Se suponía que esta era una guerra contra Hamás, pero no han logrado capturar o matar al grueso de sus integrantes, los cuales se esconden tras enjambres de túneles de más de 100 kilómetros de extensión. Hamás publica videos donde muestran como destruyen vehículos militares de quienes tildan de "nazi-sionistas" y reivindican que han impactado sobre la tercera parte de los 600 tanques "Merkava".
Según la TV turca (TRT) en los 45 primeros días de la guerra ya han sido destruidas la mitad de las viviendas en la capital y el norte de Gaza y al menos 250 mezquitas e iglesias, 300 colegios y 135 centros médicos. Tras el cierre de los 2 mayores hospitales de dicha franja solo queda uno que aún no ha sido destruido en el norte. Este es el qatarí, al cual el IDF dijo que tenía un túnel del Hamás, cuando este es un reservorio de agua.
El mayor complejo de salud de Gaza (Al-Shifa) fue transformado por el IDF en una "zona de muerte" (según la OMS). El IDF no pudo probar que allí estaba oculto el cuartel general de Hamás.
A 45 días de iniciada la guerra se estima que los muertos y desaparecidos bordean el 1% de los 2,300,000 gazatíes, mientras que 3 de cada 4 de ellos han sido desplazados. Sin comida, luz, agua potable, casas y centros de salud o baños, Gaza es un foco de hambruna y epidemias. En media Gaza ya no hay panaderías y las ambulancias son bombardeadas, pues el IDF cree que estas y los hospitales son usados por Hamás.
Nisim Vaturi, vicepresidente del Congreso y líder del Likud de Netanyahu, tuiteó "somos muy humanos, quememos toda Gaza". Se difundió en redes un video con imágenes arrasando Gaza donde niñitas cantaban en hebreo: "aviones bombardean, destruyendo, destruyendo", "en un año eliminaremos a todos" y "no habrá quedado nada y retornaremos salvos." El director de ello justificó su producción diciendo que sus enemigos "no son humanos."
El General (R) Giora Eiland, exjefe del Consejo Nacional de Inteligencia, escribió: "La comunidad internacional nos alerta contra un severo desastre humanitario y epidemias. No debamos avergonzarnos de ello. Después de todo, una severa epidemia en el sur de Gaza nos acercará a la victoria." Bezalel Smotrich, ministro de finanzas, tuiteó: "concuerdo con cada palabra" suya.
Para Smotrich la idea de matar de hambre y plagas a los palestinos de Gaza va con sus propuestas de que en 1948 Ben-Gurion erró al no expulsar a todos los palestinos, que propone limpiar a toda Cisjordania de árabes y que llamó a que las hordas que quemaron la aldea palestina de Huwara en febrero deberían haberla arrasado totalmente. Mientras este ministro apoya una guerra biológica, el de patrimonio acepta una nuclear.
Netanyahu no dice que su meta es matar o expulsar a los gazatíes, pero emplea la retórica contra Amalek, pueblo al que la Biblia llamó a matar todos sus varones, mujeres, niños y animales.
Este extremismo lleva a que muchos países presenten demandas de genocidio contra Netanyahu. Para Sudáfrica, en diciembre la Corte Penal Internacional debiera iniciar dicho proceso. Israel, que antes del conflicto estaba estableciendo relaciones con varios países árabes, ahora se viene aislando. Si antes Mauritania y Túnez rompieron relaciones con Tel-Aviv, ahora Brasil, Baréin, Jordania, Chad y Turquía retiraron sus embajadas. Sudáfrica, Bolivia y Belice se han sumado a los 28 países que no reconocen a Israel.
Yemen capturó un barco israelí y para lanzando cohetes contra Eilat. Los aliados de Irán en Líbano, Siria e Irak bombardean bases de EEUU o Israel. Si persiste la matanza de Gaza, Jordania, Irán y Turquía entrarían a tallar abriéndose una gran guerra regional, como no se ha visto antes, con el peligro de una III guerra nuclear o la destrucción total de Israel.
A fin de suavizar la presión externa e interna, Netanyahu dió paso a una parcial tregua con Hamás con intercambio de cautivos. Luego, ha vuelto a guerrear, aunque el problema va a ser si el mundo ello ha de tolerar.
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