La organización de ayuda humanitaria World Vision, centrada en la infancia, está sobre el terreno respondiendo a las inundaciones generalizadas en Brasil y apoyará a 70.000 familias y 200.000 niños y niñas en Rio Grande do Sul. El récord de lluvias han causado 95 muertos, 131 desaparecidos y han afectado a más de 400 comunidades.
La ONG está movilizando donaciones y pidiendo al sector privado que invierta 8 millones de dólares en la respuesta de emergencia para apoyar el suministro de apoyo psicosocial, cestas de alimentos, agua potable, colchones, camas, kits de higiene, de saneamiento y de cuidado infantil, entre otros artículos. “Pretendemos proporcionar ayuda inmediata para renovar las viviendas dañadas y apoyar los medios de subsistencia mediante transferencias de efectivo. Esto permitirá a las familias comprar alimentos, medicinas y mobiliario doméstico esencial en los próximos meses", explica Thiago Crucciti, director nacional de World Vision en Brasil.
De los 10,8 millones de habitantes de Rio Grande do Sul, las históricas lluvias torrenciales afectaron a 1.443.950 personas (el 13% de la población del estado), que se encuentran en refugios o desplazadas, según Defensa Civil. Para prevenir el riesgo de abuso y violencia contra los niños, World Vision pondrá en marcha dos espacios seguros para niñas, niños y adolescentes en las comunidades afectadas, garantizando apoyo psicosocial y protección a la infancia en situación de riesgo.
El Consejo Tutelar, en el municipio de Canoas, ha dicho que 104 niños y niñas están separados de sus familias. “Nuestra máxima prioridad es salvaguardar la salud mental y física de la infancia, que actualmente está profundamente comprometida. World Vision distribuirá 15.000 kits de ternura, diseñados para restaurar el bienestar emocional durante estos tiempos turbulentos. Cada kit representa un paso hacia la recuperación y la normalidad", añade Thiago Crucciti.
“Las niñas y niños son uno de los grupos más vulnerables en medio de las crisis, y a menudo no tienen ni idea de la magnitud de los acontecimientos que están viviendo. Se encuentran lejos de casa, de la familia y de los amigos, y es probable que sufran el impacto psicológico de esta crisis. Sin una intervención adecuada, estos sucesos podrían dejarles secuelas duraderas. Debemos responder ahora para garantizar que reciben el apoyo que necesitan desesperadamente", concluye Crucciti.
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