El film de Matti Geschonneck retrata la denominada ‘Conferencia de Wannsee’, donde los dirigentes nazis formularon los procedimientos y la geopolítica del genocidio judío.
En una casona frente al lago Wannsee fueron convocados el 20 de enero de 1942 todos los jerarcas nazis por Reinhard Heydrich. El objetivo del encuentro: encontrar "La Solución Final a la Cuestión Judía", es decir, el plan de asesinato sistemático de 11 millones de judíos en toda Europa. Lo que se convirtió en el Holocausto.
La película retrata los pormenores de esa reunión invitando al espectador a ser parte de la cosmovisión del régimen nazi: el odio social, la guerra imperialista y el espíritu supremacista de un grupo de disciplinados hombres que planean y discuten de manera civilizada, la organización de la barbarie.
El film no apela a efectismos cinematográficos ni imágenes de archivo para subrayar el horror. Mediante largas conversaciones entre hombres de uniforme (los militares) y otros de traje (los burócratas), se debate el tema con una naturalidad aberrante. Las lógicas de estos señores están explicitadas en las conversaciones. “El castigo puede parecer brutal pero se lo merecen”, argumenta uno en tono comprensivo con la intención de convencer a su compañero. Cómo aniquilar a la población judía sin que tenga un costo económico, cómo aprovechar su aptitud laboral antes de matarlos, cómo disimular el genocidio ante las críticas externas, etc. El horror discutido mediante una taza de café, sin levantar la voz ni descuidar las formas de una conferencia.
La conferencia (Die Wannseekonferenzaka, 2022) reconstruye la histórica reunión a través de las actas grabadas por Adolf Eichmann, de las que sólo se conserva una copia. Documento valioso que sirvió de prueba para el juicio de Núremberg. Matti Geschonneck hace un film de interminables diálogos, marcando sutilmente las diferencias de ideas que generan tensión entre los comensales, pero también haciendo un manejo apropiado de la información y dejando la descripción concreta del plan para el final. Es la magnitud de lo que está en juego, sabiendo el resultado histórico de dicha reunión, aquello que angustia e interpela constantemente al espectador.
Las cuestiones de política económica implementadas por los nazis (como el gasto de la guerra o sus fines expansionistas) quedan un tanto de lado en la película aunque están implícitas en los diálogos. El film se centra en una charla amena y cordial entre un gran número de hombres de poder, capaces de planificar uno de los actos más repudiables de la historia de la humanidad sin el Mínimo reparo ético-moral. Así de simple y así de cruel.
CONSIDERACIONES FINALES:
La Conferencia, es una cinta que nos muestra la frialdad y amoralidad de como un grupo selecto de jerarcas Nazis, entre ellos Adolf Eichmann y como si fueran de excursión a cazar patos, se reúnen en forma discreta y secreta para administrar y economizar el horror del exterminio y el horror en los campos de concentración, planeando el holocausto de 11 millones de judíos, que a la postre perpetraron la atrocidad de sólo 6 millones de judíos, y si no llegaron a la cifra proyectada es porque perdieron la segunda guerra mundial a manos de los aliados y ya no les alcanzó el tiempo para incrementar dicha atrocidad.
Llegando al extremo de que para estos criminales de guerra, que con base a la estrategia de solución final les fue más económico exterminar a los Judíos en cámaras con gas venenoso que liquidarlos uno a uno con las balas de sus pistolas Luger.
Ello y en base a lo anterior cobra dicha paradoja de la ejecución y extermino que parecía cosa juzgada, cobra actualidad por la guerra del estado y gobierno de Israel en contra de los habitantes en los territorios de Gaza y Palestina, que con el pretexto de aniquilar y desalojar al grupo terrorista Hamas del que por supuesto son reprobables la retención de rehenes, en contraparte han perpetrado un verdadero genocidio en contra de la indefensa población civil que ocupa esos territorios cobrando la vida de más de 35,000 palestinos.
No es el Pueblo Hebreo al que atañen las culpas colectivas, sino a la irresponsabilidad de su gobierno ultraderechista que habrá perdido la memoria del Holocausto de mediados del siglo XX, y que sin comprender críticamente la historia, por su amnesia están condenándose a repetirla trágicamente en este siglo XXI lejos del Ideario pacifista del fundador del Estado de Israel: Ben Gurión.
De tal suerte que 3 países como España, Noruega e Irlanda ya anunciaron que reconocerán al estado Palestino y su inalienable derecho de sus habitantes a ocupar su territorio.
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