Activistas de la organización internacional Igualdad Animal han protestado este sábado 1 de junio frente a establecimientos de El Corte Inglés en Alicante, Barcelona, Madrid, Murcia y Valencia para reclamar a la compañía que deje de vender foie gras. Esta acción se enmarca dentro de la campaña de la organización animalista para poner fin a la alimentación forzada.
«La responsabilidad corporativa de las empresas tiene que tener en cuenta el bienestar animal. Por eso reclamamos a El Corte Inglés una política de bienestar animal con la que se comprometa a dejar de vender este producto lleno de crueldad», ha manifestado Beatriz Medina, coordinadora de campañas de Igualdad Animal.
LA CRUEL REALIDAD DE LA ALIMENTACIÓN FORZADA
El Foie gras es definido en el Reglamento de la UE como: «El hígado de la oca o de pato que haya sido cebado de tal manera que se produzca una hipertrofia celular adiposa del hígado. El hígado de pato tendrá un peso neto mínimo de 300 g, el de oca, un peso neto mínimo de 400 g».
A causa de esta norma y para que el hígado de estos animales crezca de manera anormal hasta alcanzar ese peso y ser considerado foie gras, los animales son sometidos a la tortura de la alimentación forzada. Igualdad Animal reclama el cambio del Reglamento y la eliminación de los pesos mínimos para que los hígados sean considerados foie gras.
EL PROCESO: ENGORDADOS CON UN TUBO
Con 4 meses de vida los patos comienzan a sufrir la tortura de la alimentación forzada. Son alimentados mediante un tubo metálico durante quince días. Van aumentando la dosis de forma progresiva hasta alcanzar los 2 kilos de pasta de maíz al día. Haciendo la comparación, es como si una persona de 80 kilos se viera obligada a tragar 13 kilos de comida en pocos segundos.
Durante este proceso muchos sufren heridas en el esófago, infecciones y dificultades para respirar muriendo antes de que terminen las dos semanas. La alimentación forzada transforma al hígado en un órgano enfermo que alcanza un peso hasta 10 veces superior del que sería normal. La situación a la que se lleva a sus cuerpos es incompatible con la vida. Si estos animales no fuesen sacrificados, morirían.
COOP: UN PRECEDENTE INSPIRADOR
En Italia, tras una exitosa campaña de Igualdad Animal, Coop – la mayor cadena de supermercados de ese país – se convirtió en la primera en dejar de vender foie gras. Este precedente demuestra que el cambio es posible y que las empresas pueden tomar decisiones que beneficien a los animales sin dañar sus intereses económicos.
ESPAÑA ES DE LOS POCOS PAÍSES QUE AÚN LO PRODUCE
España, junto a Bélgica, Francia, Bulgaria y Hungría, son los únicos cinco países europeos que continúan produciendo foie gras. En 2020, más del 90% de la producción de foie gras procedía de estos países de la Unión Europea.
La producción de foie gras está prohibida en 18 países: Argentina, Austria, Dinamarca, República Checa, Finlandia, Israel, Turquía, Alemania, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Noruega, Polonia, Suecia, Suiza, Los Países Bajos y Reino Unido.
Gracias a la campaña de Igualdad Animal, en 2014 el Gobierno de India prohibió la importación de este producto, convirtiéndose en el primer país del mundo en tomar esta medida. En 2019 fue prohibido en California y la ciudad de Nueva York vetó su producción y venta.
La campaña de Igualdad Animal pidiendo al Gobierno de España que ponga fin a la alimentación forzada está cerca de las 100.000 firmas.
Por ello, suma su firma para acabar con esta tortura a los animales mediante este enlace: https://igualdadanimal.org/actua/foie-gras.
Además, es muy importante que después de firmar visites "Love Veg" para aprender a alimentarse de manera sencilla y nutritiva excluyendo a los animales: https://es.loveveg.com/
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