El lema que expongo, lo asumo con toda claridad y sin temor a equivocarme. Aún tengo esperanza y el convencimiento, con alguna duda, creo razonable, que, el egoísmo del trágala, el Sánchez del partido socialista y de su cuadrilla de gobierno, ahora llamado comunista social, nos está llevando al matadero. Cuando el partido socialista ganó las primeras elecciones, un 28 de octubre de 1982, la acritud agria de Alfonso Guerra, se vio reflejada con esta frase: “Vamos a poner a España que no la va reconocer ni la madre que la parió”.
Cada día que pasa nos encontramos con servilismos que, nos están atemorizado, incluso volviendo locos y maniáticos por un poder absolutista. Después de 40 años largos, el “profeta socialista” ha demostrado que tenía razón. El PS ha dejado España que no la reconoce ni la madre que la parió.
El deterioro y la inmoralidad de los políticos antes señalados, no tiene precedentes y de seguro pasará a la historia.
El tenebroso y personaje de Pedro Sánchez, cuando mueve la boca para hablar, cosa que le hemos visto hace unos días en el Congreso, echa espumarajos aferrándose, como siempre, a las mentiras e invenciones, agitando con todo ajetreo la puya que lleva en su palabrería lenguaraz e insolencia a que nos tiene acostumbrados, desviando contestar sin rebatir las pregunta que le hizo la oposición.
Charles de Gaulle, dijo: “La política es un asunto muy serio para dejarlo en manos de los políticos” yo la completaría con esta frase: de los cursis, obscenos y ficticios esclavizados con maldad metidos a políticos. Este es el soquete del presidente del gobierno y la profecía cumplida de aquel político del PS. Los cien años de honradez se han vaciado y echado al estercolero de esta España amedrantada y dormida.
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