Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Edadismo | Discriminación | Igualdad | Crítica

El "edadismo laboral"

Incómodamente breve
Víctor Grave
lunes, 12 de agosto de 2024, 11:29 h (CET)

El “edadismo laboral" como fenomenología observada no es autopoiética. Existen elementos externos a ella que coligen en su producción. La posibilidad de influir en este sesgo de marginación, conforme a su naturaleza, pasa necesariamente por un enfoque holista centrado en los principios y derechos fundamentales de la persona qué, por otra parte, imaginábamos como propios en su consideración inicial. Únicamente, desde esta perspectiva podremos entender mejor el objeto sociológico. El edadismo no es, ni puede convertirse en una reivindicación autónoma y de manual. Por desgracia, su estudio se está dejando arrastrar por falsos polímatas y de un arribismo decadente en las ciencias sociales. Empezando, por el malogrado neologismo designado alasunto. Hablemos, entonces, de revelar las consecuencias reales de no respetar la integridad más elemental, así como la profusa y continua segregación de una sociedad.


¿Por qué discriminamos?

Recuerden, que todavía hay personas que son excluidas por razones de: género, raza, idioma, ideología, salud, sexualidad, religión, filiación o pobreza (entre otras)  

Noticias relacionadas

Francisco comenzó su Papado bajo el signo de la "Franciscomanía”, fenómeno sociológico que logró que una persona sin conocimiento previo de los entresijos del poder Vaticano ni ideario previo conocido, se convirtiera en icono de la juventud e insuflador de vientos de cambios en la Iglesia.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el hombre más rico del mundo, Elon Musk, han desatado un caos a nivel internacional con las medidas que están adoptando en su intento de desguazar el Estado federal estadounidense, que incluyen despidos en masa y congelación de fondos.

De todos es bien sabida, la nula moralidad del presidente del Gobierno y su entorno familiar y político. Pero no es menos conocida su enorme caradura para decir -o hacer- una cosa y la contraria, en menos de un minuto, sin que le salgan los colores. Pero el colmo de la desfachatez le deja con el tafanario al aire cuando censura, sin piedad por los demás, lo que él mismo se permite practicar con frecuencia y avidez.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto