“Hay que levantar un muro contra la insolidaridad, la desigualdad y los privilegios de la financiación singular para Catalunya”. Estas han sido las palabras de Carlos Mazón, presidente del País Valencià en el programa Espejo Público. Desde la firma entre el PSOE y ERC de un acuerdo para el financiamiento singular de Catalunya, a cambio de los votos favorables de ERC a la investidura de Salvador Illa como president de la Generalitat, los “barones’ del PP andan soliviantados agitando la bandera de la rebelión contra los supuestos privilegios otorgados a los catalanes. Y en esta clase de affaires Mazón y la derecha extrema valenciana tienen experiencia.
El presidente del País Valenciano, Carlos Mazón, ha hecho bueno el refrán que dice “qui no té feina, el gat pentina”. Hay gobernantes que se aferran a cualquier baza para distraer al personal de las cosas importantes, la derecha valenciana lleva años ordeñando la vaca de los votos electorales agitando, en cualquier momento que les interese, el fantasma del supuesto “peligro catalán”, y engañar a los valencianos con este señuelo les ha dado muy buen resultado durante años. Hace unos días cuatro mil valencianos se quedaron sin las ayudas prometidas por el Gobierno valenciano del PP para comprar una vivienda, y otros mil sin la que habían solicitado como ayuda para el pago del alquiler, pero no pasa nada, tranquilos, el mago Mazón saca de la chistera un conejo cuatribarrado y con la excusa de una pancarta que los jóvenes de Arran colgaron en las fiestas del barcelonés barrio de Gràcia, en la que hacían mención a los Països Catalans, aprovecha la ocasión para tener entretenida su parroquia valenciana, que así olvida los recortes en Sanidad, Educación y los cinco mil que se han quedado sin subvención porque el dinero que hace falta para darla es parte de los impuestos que Mazón y su Gobierno han perdonado a los valencianos más ricos mientras el Presidente de la Generalitat va peinado el gato, montado en un camión en la fiesta de la “tomatina” de Buñol. Los “populares” son muy amigos de las políticas “populistas”, y, más, desde que en su nuca notan el aliento de los fascistas de la extrema derecha.
La mecha que inició este fuego ha sido una simple pancarta aparecida en las fiestas de Gràcia donde se hacía mención a los Països Catalans, sin que en ella se citara para nada al País Valenciano. Cuando un Borja valencianollegó a Roma por ser Papa los romanos enfadados exclamaron “Oh Dios, la iglesia Romana en manos de los catalanes", y desde hace tiempo la derecha valenciana entretiene al personal acusando a los vecinos de arriba de querer apropiarse de la paella, el Micalet de la Seu y el virgo de Visanteta. Crear un enemigo ficticio es la mejor estrategia para mantenerse en el poder. Los Països Catalans son una realidad cultural, hablan la misma lengua y ocupan la misma área geográfica. Como realidad política, ahora mismo, son una entelequia, pero la posible unión de Cataluña, el País Valencià y las Islas en un ente político es algo que siempre ha dado miedo a los políticos españoles, como previsión al redactar la Constitución en el artículo 145 escribieron: “En ningún caso se admitirà la Federación de Comunidades Autónomas”. Muerto el perro se acabó la rabia.
No sé si ha sido fruto de los calores de agosto pero el señor Mazón ha tomado el cirio de un entierro donde no le llamaban, quién es él para exigir a las autoridades catalanas la retirada de una pancarta donde los valencianos no éramos citados, ¿O sí qué nos afecta la pancarta?, porque, si como afirma Mazón, los PP.CC. no existen a qué viene tanto aspaviento, ganas de provocar, de salir en prensa o de distraer al personal para que no se dé cuenta de las carencias que los valencianos están sufriendo con su Gobierno.
Que el líder valenciano del PP hable de “supremacismo” mueve a la risa. Él, ellos precisamente, que estos días, orgullosamente, han expresado en la red el supremacismo innato que la derecha extrema y la extrema derecha tienen como seña de identidad. Supremacismo es el que ha hecho su compañero de militancia, el alcalde de Badalona, García Albiol, en las redes sociales o uno de sus amigos de Vox en Castellón mintiendo a sabiendas sobre la nacionalidad de un asesino. President Mazón, quemar una foto suya o del rey no es delito, es libertad de expresión. Lo dice Estrasburgo, y usted y su partido no creo que estén en contra la legalidad.
President Mazón, no sea tan quisquilloso, le va a dar una tortícolis de tanto girar el cuello mirando más allá de Almansa, mire más hacia y por el País Valencià, que es el suyo aunque no le guste un nombre que también recoge l'Estatut, gobierne para todos los valencianos, también para los que más necesitan la ayuda de los poderes públicos, no lo haga tan solo para beneficiar a los poderosos, y, es el deber de quien ostenta como usted el más alto cargo del País, hable valenciano, muchos sentimos vergüenza agenda cada vez que le escuchamos perorar en castellano y consideramos que está ofendiendo la alta magistratura que detenta.
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