El regreso al trabajo tras las vacaciones de verano, lejos de ser un simple trámite, puede convertirse en una verdadera prueba emocional para muchos. Según expertos de la plataforma de Recursos Humanos Bizneo HR, seis de cada diez españoles experimentarán estrés al reincorporarse a sus puestos de trabajo, y hasta un 38% podría sufrir lo que se conoce como depresión postvacacional. Esta situación, que puede parecer pasajera, podría tener consecuencias mucho más graves de lo que se suele pensar, llegando incluso a vincularse con casos de suicidio.
Laura Esteban, asesora educativa del Curso de Coaching Personal de Deusto Salud, subraya que la “vuelta a la realidad” no es la verdadera causa de la depresión postvacacional, sino más bien el detonante de una situación ya insostenible. “Muchas personas llegan a las vacaciones al borde del colapso emocional y ven en ellas la única forma de sobrellevar una realidad que ya les resulta intolerable”, afirma Esteban.
Comprendiendo la depresión postvacacional
Aunque el término 'depresión postvacacional' podría sugerir una patología menor o transitoria, la realidad es mucho más compleja. Esteban explica que la depresión postvacacional se sitúa dentro de un “espectro depresivo”, que varía en intensidad y duración según la persona. Puede manifestarse como un trastorno depresivo de corta duración o, en casos más graves, como un trastorno depresivo mayor, con un impacto significativo en la vida social, laboral y personal de la persona afectada.
Este tipo de depresión no surge de la nada. Está fuertemente vinculada a la acumulación de factores estresantes y a cuadros previos de ansiedad o depresión. Aquellas personas que ya presentaban síntomas depresivos antes de las vacaciones son las más propensas a sufrir este tipo de depresión al regresar al trabajo. Además, las características personales, los hábitos de vida y la forma en que se procesan cognitivamente los eventos juegan un papel crucial en el desarrollo de esta condición.
Entre los grupos más vulnerables, según la Sociedad Española de Medicina y Familia Comunitaria (SEMYFC), se encuentran los hombres y mujeres alrededor de los 40 años, quienes idealizan los días de descanso y desconexión como la clave de su bienestar emocional. También están en riesgo aquellos trabajadores que ya se encontraban desmotivados en su actividad laboral cotidiana o que no cuentan con un adecuado periodo de transición entre las vacaciones y la vuelta al trabajo.
El riesgo del suicidio: Una realidad ineludible
El mayor problema es que el impacto de la depresión postvacacional puede ir más allá de los síntomas transitorios. En los casos más graves, incluso puede desembocar en suicidio. Aunque, según los expertos de Deusto Salud, esta lacra está relacionada con la gravedad de los síntomas depresivos, también se asocia a otros factores, como la acumulación de estresores y el manejo ineficaz de la salud mental. Lamentablemente, algunos suicidios no ocurren durante un episodio depresivo, sino meses después de la aparente recuperación.
Identificar y actuar antes señales de alerta
La experta en psicología y coaching Laura Esteban explica que los antecedentes en casos de personas con ideas suicidas van desde los más evidentes; comentarios como “no puedo más, o quiero que todo se acabe” y continuos “lloros por nada”, a otros no tan evidentes y visibles, como insomnio, o hipersomnias, abuso de sustancias, conductas novedosas y exageradas de tipo evitativo o disruptivo, personas que se aíslan, que ponen excusas para quedar, con cambios físicos notables, personas que continuamente parecen estar despistadas, con pérdidas de memoria y dificultades de atención e, incluso, para poder expresarse.
En este caso, la prevención y el autocuidado son fundamentales para mantener una buena salud mental. Es vital establecer rutinas que incluyan momentos para la reflexión, la conexión con el placer y la creación de un entorno de vida saludable. En caso de no poder hacerlo por cuenta propia, existen múltiples profesionales, desde psicólogos hasta coaches, que pueden ofrecer el apoyo necesario para diseñar una vida equilibrada y satisfactoria, no solo durante las vacaciones, sino durante todo el año.
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