Todos echamos de menos al genial humorista Gregorio Sánchez Fernández, alias Chiquito de la Calzada, que nos dejó hace ya siete años. Su fino humor, su capacidad de improvisar, junto a su gracejo y bondadoso talante, le situaron en la cúspide de la fama.
Yo, particularmente, me acuerdo con frecuencia de él, sobre todo en situaciones esperpénticas. Ayer mismo 5/9/24 fue la última vez. Fue escuchando lo que decía en el Senado esa “chiqui” sin parangón en la chabacanería parlante y enseguida me vino a la mente lo que Chiquito le hubiera mascullado en su peculiar lenguaje. Diría algo así: “…. esa Marisú cobarde pecadora, te das cuén, menestra de los cuartos y una fistra diodenal que no sabe lo que es un concierto … hay que darle puerta; “al ataquer”. A can di mor, Grijandemore. Es más fea que una mona comiendo limones ¡torpedo! ¡Hasta luego Lucas!
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