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Muy malas deben estar las cosas en el PSOE andaluz, como ocurre en casi toda España, para que hayan tenido que cambiar el color corporativo en el congreso de Armilla celebrado el pasado fin de semana. Y es que, el rojo vivo tradicional, lo han tornado en verde y blanco, para tratar de disimular que siguen siendo los mismos de los últimos tiempos.
Hay bastantes y buenas razones para justificar que el salario mínimo y sus incrementos se declaren o incluso tributen en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. Desde un estricto punto de vista de técnica fiscal, cabría decir que no es bueno que un impuesto central y fundamental del sistema tributario, como el IRPF, se trocee a base de exenciones particulares. Una tara que padece el español y que, en lugar de corregirse, se ha ido ampliando a lo largo del tiempo.
Dobles parejas. En póquer, mano con dos pares de cartas y otra distinta. Fuera del póquer, ‘dobles parejas’ define el encuentro de dos pares de elementos. Pueden estar en un orden, uno tras otro; o al revés. Por leyes y hábitos sociales sobre edad, conocimiento o sexo, es lógico ver las personas que pueden ‘hacer pareja’.
El Consejo de Ministros ha aprobado la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) que entra hoy en vigor, pero con efecto retroactivo desde el 1 de enero de este año. Se ha impuesto la propuesta de la titular de Trabajo de aumentar 50 euros mensuales, fijándose en 1.184 euros en 14 pagas (o 1.381,33 euros en 12 pagas), pero se tendrá que tributar por el IRPF por primera vez, después de que la ministra de Hacienda no haya elevado el mínimo exento para declarar.
No es mi intención la de recapitular y comentar la ingente cantidad de despropósitos que últimamente padecemos los sufridos españoles en ámbitos como el de la política, la vida social o incluso la religiosa. Es innegable que hoy, después de muchos años de pacífica convivencia y entendimiento, estamos enfrentados como consecuencia del muro de la vergüenza que Pedro Sánchez ha reconstruido.
Todos echamos de menos al genial humorista Gregorio Sánchez Fernández, alias Chiquito de la Calzada, que nos dejó hace ya siete años. Su fino humor, su capacidad de improvisar, junto a su gracejo y bondadoso talante, le situaron en la cúspide de la fama.
El diccionario precisa que ‘Amenaza’ es la acción de amenazar; el dicho o hecho con que se amenaza; o el delito consistente en intimidar a alguien con el anuncio de la provocación de un mal grave para él o su familia. Sinónimos son advertencia, intimidación, aviso y amago entre otros.
El diccionario RAE define: ‘Ministra’, femenino, “Persona que forma parte del Gobierno como responsable de uno de los departamentos en que se divide la Administración Superior del Estado”. ‘Menestra’, en femenino, “Guisado compuesto con diferentes hortalizas y a menudo con trozos pequeños de carne y jamón; ración de legumbres secas, guisadas o cocidas, que se suministra a la tropa, a los presidiarios, etc”.
En boxeo se utiliza esta expresión “está sonado”, cuando a un púgil lo ha castigado tanto el contrario, no el enemigo, que va de un lado a otro del cuadrilátero, sin poder sostenerse en pie, se apoya en lo que puede, aún en su mismo adversario, con tal de no caer y tirar la toalla, y que den el combate por K.O.
No se extrañen del título que he escogido hoy para hoy. Es que voy a opinar de la ministra de Hacienda, del gobierno de España y me pide el cuerpo utilizar esta expresión que creo que conoce todo el mundo. Vamos a ello. La sevillana María Jesús Montero Cuadrado, nació en 1966. Desde muy joven, alternando con los estudios de medicina, se metió en política de la mano del comunismo (fue militante) y del socialismo, lo que demuestra su desmedida ambición.
Todo lo que ocurre en torno a los componentes del gobierno de España sería digno de analizar por los mejores psiquiatras, para que determinaran el grado de indigencia intelectual que padecen todos -y cada uno- de ellos, por si fuera necesario llevarlos a una institución de salud a fin de acabar con sus problemas de comprensión.
Dicen que los andaluces estamos “curados de espanto” por los comportamientos de ciertos personajes que han gobernado malamente Andalucía durante casi cuarenta años. Sin embargo, yo no creo que estemos “tan curados”, porque cada vez que ha surgido algún episodio de mala gestión o prevaricación, se han criticado en todos los ambientes, aún a sabiendas de que no iban a cambiar de política, los Chaves, Griñan, Díaz, y sus millares de adláteres.
Una vez más, tengo que recordar que el activo principal de la actual Partida de Ególatras, Opresores y Sabandijas (PEOS) es la mentira en todas sus formas y manifestaciones, protagonizada por todos y cada uno de sus partícipes, partícipas y partícipos.
Tan sólo en el sector sanitario son más de 600.000, de los cuales alrededor de 300.000 cumplirían con el requisito de la antigüedad, por lo que, en principio, podrían optar a la plaza sin pasar por la preceptiva oposición. Esta es la medida más importante que presentara recientemente María Jesús Montero, ministra de Hacienda y Función Pública, quien ha prometido tramitar esta norma como proyecto de ley el próximo mes de octubre. Aquí se responden diferentes preguntas que algunos de estos trabajadores están realizando a los expertos.
¡Qué mentirosa es la ministra de Hacienda! Ni un trilero ejerce mejor que ella el papel que está desempeñando en cuestión de impuestos, represión fiscal y amenazas. Parece que no tuvo suficiente con arruinar Andalucía. Por eso, y por muchos otros motivos, se está descomponiendo hasta el equipo de Nadia Calviño: se va lo mejor que había hecho en fichajes. Las cuentas no cuadran y temen la reacción del Tribunal de Cuentas.
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