Dicen muchos progresistas, que tienen las cosas claras, sobre la creación del mundo que a ellos no los engañan. Fue doña Casualidad, que al grito de abracadabra, ordenó formarse todo de una manera espontánea. La Casualidad tenía, una depre prolongada, por estar viviendo sola en su modesta covacha. Eran millones de años, sin amigas ni lacayas, y sin pensarlo dos veces se arropó con una manta. Una vez abrigadita, le entra una especie de rabia, y comienza una aventura que terminó en alborada. Se decía para sí: hay que ver que tonta y lacia, he sido durante siglos sin ocurrírseme nada. Y comenzó su aventura, como una eficaz jabata, pensando que sería bueno para una digna morada. Con la mejor intención, de que la cosa durara, varios millones de años en los que ella disfrutara. Pero como no tenía, a nadie que le ayudara, se formó lío tan grande, que la misión peligraba.
Así que determinó, sacarse de la su manga, crear Atmósfera y Tierra con sus nubes y sus aguas. Y ya puesta en situación, con un par de pinceladas, pintó todo lo que existe y se quedó superpancha. Así que ya saben todos: del Cielo … nada de nada, Dios es tan solo un invento de las gentes de la casta. Jesucristo si existió, y fue tratante de lana, que vivió un tiempo errante y padecía de migrañas. Lo que después ha venido, ha sido cosa rodada, fruto de los temporales y el desborde de las aguas. Luego el hombre, por si solo, empezó a construir casas, inventó coches y trenes el divorcio y las parrandas. Gracias a tantos inventos, a la luna se llegaba, y es el hombre, único dios, señor de tierras y de aguas. Y por si había alguna duda, o alguna opinión faltara, lo han confirmado los progres que tenemos en España. “De las nubes para arriba, no hay ningún Cielo que valga, todo es invento de curas de tarados y de fachas”.
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