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Durante estas veraniegas fechas, la crisis migratoria se ha agudizado en las costas españolas. Según los últimos datos nos muestran que han llegado de forma irregular a España en lo que va de año, un porcentaje muy superior al que vino en el mismo período de 2023.
Que España es el segundo país de la Unión Europea, después de Grecia, en el que más ha crecido la inmigración irregular es un hecho. El incremento se ha agudizado en la denominada ruta Canaria con un aumento exponencial de desembarcos hasta el punto de que el archipiélago Canario lleva diez meses con los servicios de acogida de menores colapsados.
A esta ruta hay que sumar el incremento de inmigrantes procedentes de Mauritania y la situación insostenible, lo estmos viviendo estos días, en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Parece muy claro que las limitaciones del actual modelo de acogida demanda un pacto de Estado,
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