Muchos habitantes de nuestro país piensan, y con razón, que los servicios que reciben por pagar sus impuestos son muy escasos. El no recibir por lo que pagas es una forma sutil de robo, que puede calificarse de apropiación indebida. De eso saben mucho los ayuntamientos socialistas, porque hacen del Consistorio su cortijo: hacen y deshacen a su antojo.
Un claro ejemplo es cuando llega la época de la aprobación de las ordenanzas fiscales, que las van cambiando según sus intereses. Las reglas del juego las sabes al comienzo del año, pero si las cambian al final de año, lo que creías que era, ya no lo es, y además, lo hacen con toda la ley que les da su posición de poder, que yo llamo abuso de poder. ¿Por qué? Porque lo llevan a cabo sin avisar, es su estilo. ¡Ah! Y procuran que no se note, porque es su juego. Pero en muchos municipios lo más grave es que las formaciones de la oposición no ven la trampa y les cuelan el cambio.
¿Qué importancia tiene que algunos ciudadanos se vean perjudicados? Para ellos, los socialistas, ninguna. Repito: a todo esto se le llama abuso de poder.
En fin, la conclusión es, al menos para mí, que sí, los ayuntamientos socialistas roban... ¡Y luego dicen ser no se qué de progresistas! ¿Qué son en realidad? Trileros.
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