Por muchas vueltas que le demos a la tortilla de patatas y huevos, menciono los huevos, puesto que las tortillas las hay de muchos gustos y variedades. La cobardía de este gobierno comunista social que tenemos en España se pasa de claro a negro. El miedo de este ingrato ser, de lo esperpéntico se ha pasado de cero a cerote de muy señor mío.
Este gobierno ha dejado en manos, puesto que el susodicho Sánchez, le ha puesto en sus patrocinios de los herederos de ETA, una nueva ley de seguridad ciudadana. Franquicia pagada por los servicios prestados en forma de votos para seguir aún mas afianzando a este farsante ser sentado en su poltrona. La señora amiga de los etarras, a señalado en la tele con un comparsa de su equipo que, esta ley, acabará el uso de las pelotas de goma, rebajando si cabe, con astucia aberzale, la penalización que, antes era desobediencia, ahora será infracción grave y leve. Según creo yo, la persona que filme gratuitamente lo que es grave o leve.
La cara dura de la señora Mertxe Aizpurua, con esta ley ha sido a espaldas de los profesionales de la seguridad. Las pelotas de goma, las han cambiado por otro tipo de pelotas, como he dicho anteriormente. Las maniobras de los herederos de ETA, le han quitado los huevos a esta nueva tortilla vasca.
Lo dicho, siempre quedará tinta en el tintero etarra, para seguir pidiendo los retales que aún les queda a Bildu, para compensar el asiento en la Moncloa de este fangoso ser que sigue oprimiendo a la España real, amordazando desde Sánchez hasta al jardinero de la Moncloa. A todo esto, me pregunto: ¿Quién manda en la Moncloa? Pues manda, nada más y nada menos que: Bildu, los sediciosos catalanes y toda la parafernalia de partiditos de Sumar y la izquierda comunista discordante. Y porque no, los demás partidos que aún siguen con la mascarilla, como si no hubiese pasado el Coronavirus. Las maniobras de los herederos de la banda etarra, siguen manipulando al desquiciado inquilino de la Moncloa.
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