Imagina a una pareja que lleva décadas casada. Su relación no siempre ha sido fácil, pero han aprendido que el amor trasciende las emociones pasajeras y los momentos difíciles. Han descubierto que amar es, en esencia, un acto de voluntad: una elección diaria de entrega y aceptación.
Este tipo de amor, tal como se describe en un artículo de Almudi, va más allá de la atracción física o el enamoramiento inicial. Es un amor profundo y auténtico que se construye sobre la base de la voluntad y el compromiso. En lugar de enfocarse solo en el “sentir”, este amor se basa en la decisión consciente de buscar el bien del otro. El amor humano verdadero implica no solo recibir, sino también dar, de una forma que lleve al crecimiento mutuo y a una conexión duradera.
1. Más allá del sentimiento: ¿el amor como decisión?
¿El amor humano verdadero es una decisión constante? En cierto modo sí, pero es algo misterioso que no tiene nada que ver con el “voluntarismo”, un querer porque sí. Se debe a una motivación, a veces muy interna que se va construyendo día a día. Como decía uno: “podre tener muy mala memoria, pero nunca me voy a olvidar de la primera vez que empecé a hablar contigo sin saber lo mucho que te iba a llegar a querer”. Es como si albergáramos dentro de nosotros un “yo” profundo que se va desplegando en el día a día. No siempre está acompañado de emociones intensas; más bien, a menudo se muestra en las pequeñas acciones de cuidado y sacrificio diario. La voluntad de amar significa elegir el bienestar del otro, incluso cuando el impulso inicial de emoción ha disminuido. En el matrimonio y en otras relaciones significativas, esta decisión se convierte en la base para enfrentar juntos las adversidades.
2. El amor como donación mutua
El amor humano, para ser auténtico y profundo, requiere una donación mutua. Esto significa que ambas personas deben estar dispuestas a entregarse, compartiendo sus sueños, deseos y hasta sus miedos. Al dar y recibir, el amor se fortalece, creando un ciclo en el que ambos miembros de la pareja se sienten aceptados y valorados. Este tipo de donación va más allá del sacrificio; es una expresión de libertad que permite a cada persona darse sin reservas y experimentar la plenitud de una relación auténtica.
3. La libertad en el amor
A menudo se piensa que el amor implica renunciar a la libertad individual. Sin embargo, el verdadero amor humano libera, en lugar de restringir. Cuando amamos, no lo hacemos porque estamos obligados, sino porque encontramos en el otro una razón para ser mejores: la persona amada nos hace mejores personas. Este amor nos da la libertad de ser nosotros mismos y de aceptar al otro sin pretender cambiarlo. La libertad en el amor significa que, en lugar de atarnos, nos permite explorar quiénes somos realmente, que es el objetivo principal de la vida.
4. El amor y el crecimiento personal
El amor humano auténtico también implica crecimiento personal. Al entregarse a otro, una persona se enfrenta a sus propias limitaciones y encuentra oportunidades para mejorar. La relación se convierte en un espacio donde ambos pueden evolucionar juntos, aprendiendo a ser más comprensivos, pacientes y generosos. A través de este proceso, el amor no solo se mantiene, sino que se enriquece y se transforma, permitiendo que ambos miembros de la pareja alcancen un sentido más profundo de satisfacción y plenitud.
Conclusión: la aventura del amor humano
El amor humano auténtico es una aventura que desafía a quienes la viven a salir de sí mismos y encontrar una nueva forma de vivir. Va más allá de las emociones y se basa en la entrega, la libertad y el deseo mutuo de crecer juntos. Es una experiencia que, aunque llena de retos, también ofrece una de las mayores recompensas: la posibilidad de ser plenamente amado y de amar en libertad. ¿Cuál es la esencia de un amor humano verdadero? ¿Es más importante amar o sentirse amado? Son las dos alas para volar, las dos son igualmente necesarias. En cualquier caso, el amor crece cuando se sabe comunicar, nos invita a descubrir la grandeza de la entrega total y el compromiso con el otro.
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