La coordinadora provincial del Partido Animalista PACMA en Málaga, Carmen Sánchez, ha presentado un escrito formal dirigido al alcalde de Málaga, Francisco de la Torre Prados, así como al área de Medioambiente, en el que manifiesta su rechazo a la utilización de métodos letales para el control de jabalíes y cerdos "asilvestrados" en las zonas urbanas e interurbanas de Málaga.
Este control, autorizado por la Junta de Andalucía, está siendo ejecutado mediante la controvertida técnica de arco y flechas, un método que PACMA califica como "extremadamente cruel e ineficaz".
A pesar de que la autorización proviene de la Junta, es el Ayuntamiento de Málaga el responsable de haber solicitado este servicio y formalizado su contratación. Según Sánchez, "está demostrado que la presión cinegética sobre estas especies está generando un aumento en las poblaciones de jabalíes, en lugar de reducirlas, al inducir cambios en su ciclo reproductivo, como la madurez temprana y un mayor número de camadas anuales".
La coordinadora subraya que existen alternativas "éticas, más económicas y efectivas", como el uso de la vacuna contraceptiva "GONACON", ya aplicada con éxito en varios municipios catalanes. Estudios de la Universidad Autónoma de Barcelona avalan la eficacia de este método en el control de la natalidad de los jabalíes.
Además, el partido denuncia que la proliferación de jabalíes en la región se debe, en gran parte, a la cría en granjas cinegéticas y su posterior introducción en el monte, lo que beneficia económicamente a los cazadores, quienes ahora son contratados para eliminarlos con fondos públicos. Esta práctica, a juicio de PACMA, carece de coherencia y es "éticamente reprobable".
PACMA también recuerda, en un comunicado de prensa enviado este viernes, que la Ley 17/2021 reconoce a los animales como seres dotados de sensibilidad, y que el sacrificio de jabalíes con arco y flechas "no solo pone en peligro a los animales, sino también a las personas, incluidos niños que podrían verse afectados por un fatídico error de cálculo".
Asimismo, recalca que los jabalíes "solo se acercan a entornos urbanos cuando su hábitat natural se ve alterado, como sucede con la construcción descontrolada y los efectos de la sequía".
En este sentido, PACMA solicita al Ayuntamiento de Málaga la "suspensión inmediata" de estos sacrificios y la implementación de un protocolo ético que incluya la instalación de abrevaderos alejados de las zonas urbanas y la aplicación de métodos no letales, como la inmunocontracepción. "Málaga, que ya fue pionera en la gestión ética de las colonias felinas, tiene la oportunidad de convertirse en un referente en la gestión ética de las poblaciones de jabalíes", concluye Sánchez.
UNA BIÓLOGA CORROBORA LA INEFICACIA DE LOS MÉTODOS CRUELES
Este es un tema que también estamos intentando abordar con el Ayuntamiento de Alzira (Valencia), pues los métodos crueles también son inútiles a la par que caros.
En este aspecto, la bióloga Rosa Más declara que «desde la plataforma animalista de Alzira siempre rechazamos cualquier solución que implique matar animales» y apunta que métodos comunes como cazarlos con jaulas para después sacrificarlos «además de inaceptable desde la ética más básica, ni siquiera es es una solución eficiente, todo lo contrario».
En ese sentido explica que en los grupos de jabalís existe una hembra que controla la reproducción de todo el grupo, la matriarca. «Emite unas feromonas que inhiben la reproducción de otras hembras», explica. Por ello, «si esa matriarca es eliminada, se descontrola la reproducción de todo el grupo; las hembras que estaban inhibidas, entran en celo y empiezan a reproducirse, lo que significa muchas más hembras reproductoras, más camadas y más numerosas. En cualquier caso, la pérdida de individuos en un grupo provoca que los supervivientes se reproduzcan a mayor velocidad para recuperar la población», indica.
Otra de las cuestiones que apunta Más es que la instalación de puntos de alimentación para ser cazados «fideliza a los animales» que «se acostumbran al entorno humano y a no tener que buscar el alimento, lo que provoca el acercamiento a los núcleos urbanos».
"Tenemos un problema de base», reclama la bióloga, «porque el problema es que no sabemos cuál es el problema, no sabemos si hay superpoblación real, entendida como un número de animales que el ecosistema no puede asumir, si se trata de familias transeúntes o de comunidades residentes, no sabemos si hay un grupo que se ha desequilibrado», asegura, por lo que reclama que «se realice un estudio pormenorizado de por qué estan ahí, no solamente si hay más o menos, caracterizado las poblaciones" y zanja reclamando que "en muchas ocasiones, son los propios cazadores los que en las granjas cinegéticas crían a estos animales para después soltarlos y cazarlos a tiros con mayor facilidad, pues son prácticamente animales domésticos.
En consecuencia, es muy necesario que las administraciones apuesten por controles éticos en los jabalíes o cualquier especie animal. Igualmente, también es muy necesario inculcar a las niñas y niños el respeto a todos los animales mediante el antiespecismo.
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