Hace unos días, tuve el honor de exponer ante un selecto grupo de funcionarios y empresarios en la República Checa.
Expuse sobre La Metamorfosis de Kafka. Al momento de preparar la presentación, entendí que debía hablar desde mi sesgo, el mundo de la economía, las políticas públicas y las finanzas. ¿Un dicho para justificar mi sesgo?
“Cuando la única herramienta es un martillo, todos los problemas tienen cara de clavo”.
Pues bien, recordemos que Samsa era el apellido del protagonista de la Metamorfosis. En el momento en que se vuelve insecto, podría entenderse que de alguna manera “exótica” dejó de ser productivo, ya no podría visitar otras ciudades ofreciendo sus productos.
En el clásico libro, el protagonista despierta un día y se siente extraño descubriendo al paso de los minutos que su cuerpo ha cambiado. Todos estamos expuestos no solo a enfermedades laborales, sino que también a la obsolescencia profesional, a la jubilación forzada, al síndrome del quemado, a la cesantía y como Samsa, nunca estaremos lo suficientemente preparados para dichos escenarios. Entonces, para llegar a ese estado no basta con la planificación financiera y un sistema previsional que sustente años de vejez, se debe pensar en múltiples variables que no siempre contemplamos.
Aunque en la charla hablamos unos 30 minutos de los restantes aspectos que debemos abordar para una correcta vejez, hablemos de los sistemas previsionales. Hay señales preocupantes, por ejemplo, la edad de retiro se ha ido postergando o analizando su postergación en diversos rincones del orbe. Se habla frecuentemente de los insuficientes fondos para las pensiones en España, solidaridad es el concepto que se ha acuñado para hacerle frente.
Los sistemas previsionales con mayor foco en el ahorro individual como el modelo chileno, exportado a diversos países como El Salvador y México, también están inundados de incertidumbre para llegar a una vejez tranquila en lo financiero.
Habíamos hablado de Europa y América, faltaba un ejemplo para hablar de Estados Unidos y como en toda charla, la referencia cinéfila es siempre un recurso. “Un Golpe con estilo” la audiencia no la conocía, así que tuve la oportunidad de contarla con detalles. Tres amigos de toda la vida que sufren por sus pensiones privadas y asaltan un banco en una lógica de Robin Hood, sumamente recomendable, un imperdible.
Me despido agradeciendo la invitación a esta charla en Praga, mi primera charla en República Checa. Un completo honor aportar desde mi perspectiva a que como adultos empecemos a hablar de estas temáticas, tanto en Europa como en América.
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