Supongo que las charlas motivacionales tienen un hilo argumental de historias de superación para erigirse como fieles ejemplos de llegar a ser mejores personas. En la práctica recurrente de nuestro país, que incluso se podría contar con las buenas intenciones de los sucesivos gobiernos, se presentan a lo largo de la historia reciente portadores de las contradicciones de las señaladas buenas intenciones. Las escuelas de la falsedad política son excelentes cuando gobierna el socialismo.
Al principio de esta columna hacía referencia a las historias de superación para llegar a ser buenas personas, pero las escuelas de falsa política del socialismo practican todo lo contrario, la antítesis de lo bueno para el ciudadano.
El aislamiento social al que nos somete la izquierda española equivale a la ausencia de oportunidades en todos los ámbitos: el tiempo libre y el creciente desempleo sólo son un ejemplo de todo ello. La promesa socialista y comunista de un estilo de vida que incluye viajes a la fantasía es un blanqueo del engaño y el fraude, típicos de la escuela de la falsa política. Por otro lado, la llamada a ser emprendedor/a en este país por parte de la izquierda no es creíble, es damnificar la inteligencia de los españoles.
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