La Schola Medica Salernitana, fundada en el siglo IX, representó un destacado centro de conocimiento médico durante la Edad Media.
No solo destacó por su conocimiento en medicina y disciplinas relacionadas, como obstetricia, cirugía y oftalmología, sino también por una peculiaridad que la hizo única en su época: la admisión y promoción de mujeres en sus aulas, especialmente en aquellas materias que directamente afectaban a las mujeres.
En ese entorno académico e intelectual, las mujeres no solo tenían la oportunidad de estudiar, sino que también desempeñaban un papel activo en la política. Algunas, como Sichilgaita de Salerno, esposa de Roberto Guiscardo, incluso participaron en batallas.
En el siglo X, ya encontramos a mujeres impartiendo clases en la Schola y algunas de ellas se convirtieron en autoras de textos que serían referencias durante siglos.
La Escuela de Medicina de Salerno, ubicada en las cercanías del famoso monasterio benedictino de Monte Cassino, fue un centro de gran importancia en la Edad Media. Aunque se encontraba en proximidad con el influyente monasterio, la Escuela de Salerno no estuvo condicionada por aspectos religiosos y representó un hito al ser la primera escuela médica que no estaba bajo el control de líderes religiosos. Desempeñó un papel crucial en la transición de la medicina de enfoque monástico a un enfoque más laico.
El área de Salerno, en el siglo II, ya era conocida como un importante balneario del Imperio Romano. Tras la caída del Imperio Romano, alrededor del siglo VIII, intelectuales de la tradición grecolatina emigraron al sur de Italia, específicamente a Salerno, llevando consigo el conocimiento de las culturas clásicas.
La fundación de la Escuela de Medicina de Salerno, aunque envuelta en leyendas, se atribuye a la colaboración de cuatro médicos representativos de diversas culturas: un griego, un latino, un hebreo y un árabe. Esto simboliza la fusión de las principales corrientes culturales de la época.
Salerno rápidamente se convirtió en un destacado centro de conocimientos médicos durante la Edad Media. A pesar de sufrir un saqueo en 1194, continuó proporcionando educación médica hasta su abolición definitiva en 1811 bajo el gobierno de Joachim Murat, un general francés al servicio de Napoleón Bonaparte que fue nombrado Rey de Nápoles.
La Escuela de Salerno desempeñó un papel fundamental al brindar a las mujeres interesadas en la medicina oportunidades significativas:
- Fue pionera al permitir que las mujeres accedieran libremente a la educación médica y obtuvieran sus títulos, marcando un hito al no restringir el acceso basado en el género.
- Amplió el campo de acción de las mujeres en el ámbito médico, no limitándolo únicamente a tratar enfermedades específicas de las mujeres y el cuidado de lactantes, sino permitiendo su participación en la medicina general, lo que abrió un amplio espectro de posibilidades en el ejercicio médico.
Entre estas destacadas mujeres, se encuentra Trota o Trótula de Salerno, una figura clave que dejó tratados sobre las enfermedades y problemas específicos de las mujeres. Se la considera la primera ginecóloga de la historia.
Trótula de Rugiera (1110-1160) desempeñó un papel destacado en la historia de la Escuela de Salerno, especialmente en el ámbito de la Ginecología y Obstetricia. Se cree que era la esposa de uno de los fundadores de la Escuela de Salerno, llamado Johannes Platearius, y autora del tratado más renombrado sobre Obstetricia y Ginecología de la Edad Media. Su obra se imprimió por primera vez en Estrasburgo en 1554, y en esta edición, el texto se divide en sesenta capítulos en los que Trótula aborda diversas técnicas quirúrgicas. Además, enfatiza la importancia de una adecuada protección perineal y aconseja suturar desgarros del perineo en caso de partos complicados. Trótula también proporciona directrices sobre el cuidado de los lactantes durante sus primeros meses de vida.
Otras obras atribuidas a Trótula destacan
- sus recomendaciones para la higiene diaria,
- la importancia del ejercicio regular,
- masajes con aceites
- y una dieta equilibrada y saludable.
Además, Trótula ofreció recetas sencillas y curiosas de productos de belleza femenina:
- Una crema para reducir las arrugas que utiliza miel, jugo de remolachas, calabaza y agua de rosas.
- Para mantener una dentadura sana y blanca, recomienda limpiar los dientes con una infusión caliente de corteza de nogal.
- Para el cuidado del cabello, Trótula brinda la posibilidad de lucir un cabello rubio platino o castaño con una fórmula para dar brillo al cabello, que implica calentar abejas en un recipiente de metal y triturarlas con aceite hasta obtener una pomada brillante muy apreciada.
Sus conocimientos ginecológicos tuvieron un amplio seguimiento en la medicina europea durante muchos años, consolidándola como una figura de gran prestigio en Obstetricia y Ginecología durante la Edad Media.
Las Damas de Salerno, entre las que se encontraba Trótula, eran conocidas por su dedicación a los estudios médicos y dejaron una huella significativa en la historia de la medicina.
En su libro, "Las Dolencias de las Mujeres" Trótula aborda temas como
- la menstruación,
- el embarazo,
- el parto y
- el control de la natalidad,
resaltando la importancia de que las enfermedades femeninas fueran tratadas por mujeres, quienes ofrecerían un ambiente más cómodo y entendimiento del cuerpo femenino en comparación con los médicos hombres.
La obra de Trótula se centra en el tratamiento de las enfermedades, evitando consideraciones morales presentes en tratados contemporáneos.
El libro de Trótula abarca una amplia gama de temas en 63 capítulos, incluyendo aspectos como
- la retención menstrual,
- úlceras uterinas,
- formación del feto después de la concepción,
- partos difíciles,
- recomendaciones para mujeres embarazadas y en proceso de parto,
- pautas para mujeres de diferentes complexiones,
- dolores oculares
- y otros temas relacionados con la salud de las mujeres en diferentes etapas de sus vidas.
Las obras de Trótula fueron copiadas y traducidas a lo largo de varios siglos. Sin embargo, en el siglo XII, algunos copistas comenzaron a atribuir sus libros a su esposo y para el siglo XV, su existencia fue negada. Incluso en el siglo XVI, el historiador alemán Karl Sudhoff eliminó a Trótula y las Damas de Salerno de la historia, argumentando que, como comadronas y no médicas, no podían escribir sobre temas tan complejos como la obstetricia o la cirugía.
Afortunadamente, hoy en día, Trótula es objeto de estudio en las universidades y su legado es reconocido en la historia de la medicina y de las mujeres.
Otra alumna notable de la Schola, Constancia Calenda, se especializó en cirugía de enfermedades oculares y, según la tradición, habría obtenido un doctorado en medicina en la Universidad de Nápoles, lo que la convertiría en la primera mujer doctora de la Historia.
Rebeca Guarna fue otra de las "damas de Salerno" y autora de tratados sobre temas médicos, como la orina, la fiebre y el embrión.
Abella de Castellomata, perteneciente a una destacada familia noble, también escribió tratados sobre la bilis negra y la naturaleza del fluido seminal, aunque estos textos no han llegado hasta nosotros y se consideran perdidos.
Estas mujeres, junto con otras, conformaron el grupo conocido como las "Mulieres Salernitanae" o las mujeres de Salerno. Su valentía y sabiduría dejaron una huella significativa en la historia de la medicina, es importante reconocer su contribución en un momento en el que la participación de las mujeres en la educación y la medicina era excepcional.
La Escuela Médica de Salerno, en el sur de Italia, fue el primer centro médico independiente de la Iglesia, tenía reputación por sus adelantos cientificos y estaba considerada la más avanzada de Europa. Era una época donde la mayoría de las mujeres eran analfabetas, incluso las de clases altas y esto se mantuvo hasta el Renacimiento. Sin embargo, Salerno estaba abierta a las mujeres, tanto profesoras como alumnas.
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