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​Beulah Louise Henry "Lady Edison"

Nunca se casó y dedicó su vida a la innovación, la ciencia y la tecnología
María del Carmen Calderón Berrocal
sábado, 2 de noviembre de 2024, 09:35 h (CET)

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Fuente: Europa Press


Beulah Louise Henry, conocida como "Lady Edison" en los años 30, dejó una marca en el mundo de la invención en Estados Unidos, distinguiéndose por su creatividad incansable y su habilidad para simplificar la vida cotidiana. Nació en Carolina del Norte el 28 de septiembre de 1888. Criada en un entorno familiar de prominentes figuras políticas, con un abuelo que fue gobernador y un linaje que incluía al influyente Patrick Henry, Beulah desarrolló desde joven una mente curiosa y analítica que no tardaría en mostrar sus frutos.


Su educación en instituciones como el Elizabeth College en Charlotte, Carolina del Norte, cimentó las bases de su ingenio. Henry era ya una inventora prolífica en 1912, cuando diseñó su primera máquina para hacer helados, un aparato que acortaba significativamente el tiempo de preparación y reducía el uso de hielo. En 1912, obtuvo su primera patente (no. 1.037.762), de esta máquina de hacer helados que incluía cámara congeladora a la que rodeaba una estructura aislante que permitía se alcanzaba gran rapidez en la fabricación y con un gasto de hielo mínimo, además de servir para enfriar agua. Henry también registró este invento en Gran Bretaña (patente no. 24647 solicitada en 1911) y en Francia (no. 436144).


En 1913, Beulah Louise Henry registró dos innovadoras patentes en Estados Unidos. La primera, la número 1.063.031, correspondía a un bolso de mano que permitía cambiar sus cubiertas externas, facilitando la combinación con distintos atuendos y eliminando la necesidad de múltiples accesorios que pudieran no coincidir con cada conjunto. Este bolso no solo se adaptaba en apariencia, sino que también era altamente funcional, con varias cremalleras y compartimientos destinados a guardar artículos de tocador, útiles de escritura y espacio suficiente para pequeñas compras.


La segunda patente, la número 1.079.240, introducía un parasol único en su tipo: diseñado para plegarse hasta ocupar un espacio mínimo, además contaba con un mango desmontable que servía como estuche para maquillaje. Este invento también fue registrado en Reino Unido (patente número 24788) y en Canadá (número 143187), expandiendo la protección y el reconocimiento de su diseño.


En 1919, Beulah Louise Henry se estableció en Nueva York, viviendo siempre en hoteles de la ciudad. En 1921, registró otra patente, una nueva idea relacionada con parasoles y paraguas. La patente, otorgada en 1924 (número 1.492.725), extendía el concepto del bolso adaptable a estos accesorios, permitiendo que el armazón admitiera cubiertas de distintos colores o diseños, todo sin riesgo de filtraciones de agua gracias a un sistema de sellado en el centro del parasol o paraguas. Para comercializarlo, Henry fundó la Henry Umbrella & Parasol Company, logrando tal éxito que obtuvo ingresos de 50.000 dólares. Con estos fondos, abrió su propio laboratorio donde un equipo de mecánicos y artesanos convertía sus ideas en prototipos. En reconocimiento a su ingenio, la revista Scientific American la destacó como una de las inventoras más relevantes de 1924.


Su capacidad para innovar no se detuvo ahí; a lo largo de su vida, patentó 49 inventos y dejó registrada la creación de 110 dispositivos, desde paraguas de colores hasta una máquina de coser sin bobina, que fue revolucionaria en su época.


Tras mudarse a Nueva York en 1924, Henry se consolidó como inventora en una de las ciudades más competitivas del mundo. Fundó dos empresas y trabajó como inventora para compañías de renombre como Nicholas Machine Works. La Mergenthaler Linotype Company y la International Doll Company también se beneficiaron de su talento, especialmente en el diseño de juguetes y productos mecánicos. Entre sus inventos más singulares, destacan la muñeca "Miss Illusion", que cerraba los ojos y cambiaba de color, y el "Protógrafo", una máquina capaz de realizar cuatro copias simultáneas de un documento mecanografiado, muy útil para su época.


En 1925, Henry patentó un estuche de maquillaje (número 1.522.453) que se caracterizaba por estar fabricado con un material elástico no metálico y contar con un diseño atractivo en varios colores, permitiendo así una combinación con la vestimenta. Este estuche incluía una cadena para colgarlo de la muñeca del usuario. Su innovación principal residía en la organización de los diferentes elementos de tocador, como lápiz labial, carmín, polvos, cosméticos, perfumes, espejo y almohadillas, dispuestos en receptáculos separados y compactos que evitaban mezclarse, facilitando su localización y uso.


Un año después, en 1926, recibió dos patentes adicionales (números 1.593.494 y 1.608.394) relacionadas con sombrillas y paraguas. La primera patente trataba sobre el diseño de la guía del dosel, que permitía que este se deslizara y se curvara rápidamente, ocultando los extremos inferiores de los rayos del paraguas y permitiendo un agarre cómodo. La segunda patente combinaba dos objetos distintos: una sombrilla que se transformaba en una bolsa para transportar calzado, trajes de baño u otros artículos.


En la misma década, Henry también desarrolló varias invenciones para la infancia y el ocio. En 1925, obtuvo una patente (número 1.551.250) para un muñeco cubierto de materiales higiénicos y resistentes al agua, que contaba con una estructura interna de muelles que le permitía adoptar diferentes posturas y volver a su forma original. Ese mismo año, también patentó un juguete más avanzado, la “radio-muñeca” (número 1.565.145). Esta muñeca, que podía hablar, representaba un avance notable, especialmente considerando el incipiente desarrollo de las comunicaciones inalámbricas. En su interior, contenía un receptor de radio conectado a una antena, con los diales ubicados en la espalda y el altavoz en el pecho.


En 1926, Henry presentó una patente (número 1.575.264) para un trompo indicador, que consistía en bolitas de colores utilizadas en juegos. Diseñó un juego llamado “Cross Country”, donde los jugadores debían recorrer el país siguiendo las líneas ferroviarias sin cruzarse, fomentando así el aprendizaje geográfico.


En 1927, Henry patentó tres juguetes (números 1.634.146, 1.634.189 y 1.639.607). La primera se refería a cubiertas para pelotas, especialmente inflables. Las otras dos patentes estaban dirigidas a juguetes acuáticos: un perrito inflable y un dispositivo flotador que mantenía a una persona sentada y le permitía avanzar en el agua mediante pataleos. Este vehículo flotante, fácil de transportar, estaba diseñado para enseñar a los niños los beneficios del agua.


En 1929, obtuvo dos patentes (números 1.723.482 y 1.723.855) relacionadas con el inflado de pelotas y balones. La primera se refería a un dispositivo para abrir y cerrar cámaras de goma sin necesidad de broches, y la segunda a una válvula metálica que facilitaba el inflado. Durante este tiempo, Henry también lideraba su propia empresa, B. L. Henry Company, en Nueva York.


Entre sus invenciones más cotidianas se encontraban productos para la peluquería y la higiene personal. En 1925, recibió una patente (número 1.577.861) para un rulo elástico, inflable y lavable, diseñado para no dañar el cabello. Al año siguiente, patentó un recipiente de jabón en forma de corazón que funcionaba como esponja, permitiendo la producción de espuma mediante fricción. Este producto, conocido como “Dolly Dip” o “Latho”, fue acompañado por una máquina diseñada para cortarlas adecuadamente.


En 1927, Henry también patentó un cubre-pies para ser usado en la playa, diseñado para ser cómodo y funcional en el agua. Aunque sus invenciones podrían no parecer revolucionarias, reflejan un agudo entendimiento de los nuevos hábitos de la clase media estadounidense, que comenzaba a valorar la moda, la higiene personal, el ocio acuático y las necesidades específicas de mujeres y niños.


Durante la década de 1930, Beulah Henry exploró nuevas áreas de innovación, enfocándose en dispositivos para el entorno de oficina, un sector donde las mujeres comenzaban a tener una presencia notable como secretarias y mecanógrafas. Entre 1932 y 1937, recibió cuatro patentes (nos. 1.874.749, 1.889.657, 2.062.455 y 2.069.492) para un accesorio llamado “protógrafo”. Este dispositivo permitía realizar hasta cuatro copias mecanografiadas de un documento simultáneamente, sin la necesidad de papel carbón, gracias a la incorporación de una segunda cinta entintada que recorría el rodillo de la máquina de escribir. Este invento también fue registrado en Suiza (patente no. 144595 en 1931). Además, en 1938 y 1940, obtuvo otras dos patentes (nos. 2.138.491 y 2.187.900) que se centraban en un mecanismo de escritura adaptado para usar con rotativas o en un formato continuo de hojas de papel.


En esos años, Henry continuó con sus invenciones cotidianas. En 1930, le fue otorgada una patente (no. 1.769.259) para un cierre hermético delgado destinado a artículos como petacas de goma y jeringas, que incluía un tubo para la extracción de líquidos. En 1935, desarrolló una muñeca con ojos que podían abrirse y cerrarse dependiendo de su posición, mediante un mecanismo interno con contrapeso. Este invento dio lugar a la muñeca “Miss Illusion”, que también podía cambiar el color de los ojos y el cabello.


En 1936, Henry recibió una patente (no. 2.037.091) por una máquina de coser que utilizaba un sistema de cadeneta doble, permitiendo una operación rápida y eficaz. En 1939, comenzó a trabajar como inventora para Nicholas Machine Works Company, donde permaneció hasta 1955, colaborando con otras empresas en áreas como la linotipia y productos de goma.


Durante la década de 1940, Beulah Henry centró su creatividad en dispositivos generadores de sonido para muñecas parlantes, logrando tres patentes (nos. 2.259.467, 2.302.318 y 2.346.580) en 1941, 1942 y 1944. Estos inventos permitían que las muñecas emitieran sonidos sencillos, utilizando mecanismos que variaban desde tubos articulados hasta sistemas de émbolos. También introdujo un mecanismo que hacía mover los labios de los muñecos, creando un efecto más realista.


En cuanto a las máquinas de coser y escribir, Henry continuó innovando, obteniendo patentes que mejoraban la comodidad y el funcionamiento de estos dispositivos. Durante los años 50, sus creaciones incluyeron un muñeco con una cubierta inflable, una vaca de juguete dispensadora de líquidos y un perro que recogía comida. Además, continuó mejorando las máquinas de escribir, enfocándose en sistemas multicopia y métodos de mecanografiado más eficientes.


En los años 60, uno de sus inventos más notables fue el horno eléctrico de inyección, patentado en 1962. También desarrolló mejoras para sobres postales y otros dispositivos de oficina. En 1970, con 83 años, obtuvo su última patente (no. 3.497.132), relacionada con la fabricación de sobres en diferentes formas. A lo largo de su vida, Henry se destacó no solo por su ingenio, sino también por ser una autodidacta en un periodo donde la innovación estaba principalmente reservada para hombres, reflejando su compromiso con la creatividad y el avance tecnológico.


Beulah L. Henry nunca se casó y dedicó su vida a la innovación, la ciencia y la tecnología. Perteneció a la Sociedad Científica de Nueva York y fue reconocida por su incansable dedicación en 2006, cuando fue incluida en el National Inventors Hall of Fame. Su legado continúa siendo un testimonio de cómo la curiosidad y el ingenio pueden abrir paso en un campo que, en su época, estaba reservado casi exclusivamente para los hombres.

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