Todos esperábamos con ilusión el puente de Todos los Santos. Como tantos otros que disfrutamos a lo largo del año: la Inmaculada, Navidad, Semana Santa, la Constitución, el día de Andalucía, etc. Son fechas que tenemos marcadas en nuestro calendario como presagio de unos días de esparcimiento. También los puentes son inspiración para muchas películas: el puente sobre el río Kwai, los puentes de Mádison, el puente de San Luís Rey, etc. Hoy me he servido de un Puente para reflejar mi buena noticia. Se trata del puente de solidaridad que se ha trazado entre los damnificados por la DANA de la pasada semana y el resto de España. Se me han saltado las lagrimas al contemplar las riadas de voluntarios que se han desplazado a la zona 0 a través del único nexo de unión entre la tragedia y el resto del mundo. Cómo, a partir de primera hora de la mañana, decenas de miles de voluntarios formaban una riada humana que pasaba, esta vez, por encima del único puente que sobrevive. Soy un enamorado de Valencia. De allí son casi todas las empresas que he representado a lo largo de mi vida. Con los valencianos he compartido trabajo, éxitos, sinsabores, crisis industriales y épocas boyantes. He aprendido a sentarme a “esmorzar” a media mañana ya rezar a la ”Cheperudeta”. He comida paella en Agres o en Torrent y sepionet en cualquier bar de pueblo. Son gentes abiertas y cercanas. Sabrán salir de estas como tantas otras. Gracias a Dios un amplio puente de solidaridad se ha trazado entre Valencia y el resto de España. Como siempre, los últimos que se han enterado son los políticos que tan mal nos representan. Siguen echando balones fuera y diciendo tonterías. No me coge de sorpresa. Se preocupan de salvar el puesto, más que de encontrar a mi antiguo jefe Vicente ya tantos otros desaparecidos. Las ratas humanas también han emergido entre el barro y el sufrimiento. Los que pescan en río revuelto. Los que asaltan los establecimientos y los que se enriquecerán aprovechando esta situación. Pobres diablos. Me quedo con esos miles de voluntarios armados de escobas y palas. Con los bomberos, militares, policías y Guardia Civil. Ellos no se preocupan de dar partes en la tele. Bastante tienen con su trabajo.
|