Hace diez meses, cuando comenzaron las negociaciones entre ministerio, sindicatos y patronal para abordar la reducción de la jornada laboral se antojaban que iban a ser largas y complejas. Y, definitivamente, la CEOE ha dado el portazo a la medida rechazando tajantemente la disminución a las 37,5 horas semanales.
La ministra de trabajo, Yolanda Díaz, señaló como prioritaria la reducción de la jornada en su programa electoral. Los sindicatos la veían con mucho agrado pero la patronal se posicionó en contra argumentando que incidiría en un descenso de la productividad.
Tanto la CEOE como la CEPYME, en un comunicado que difundieron en el día de ayer, han manifestado que la modificación legislativa que posibilite la reducción de la jornada vulnera cuestiones que son solo materia exclusiva de la negociación en los convenios colectivos acusando al gobierno de intromisión y, por tanto, no ven viable un acuerdo tripartito en ese sentido. Además, aseguran que esta medida condena a la desaparición de pequeñas empresas al no poder efectuar ajustes de plantilla que les permitiese su supervivencia.
Por tanto, con el no rotundo de los empresarios quedan en suspenso las ayudas económicas propuestas por la Administración a las pequeñas empresas que facilitasen la aplicación de la reducción de jornada laboral y deja vía libre a un pacto entre el gobierno y los sindicatos.
Por su parte, el Ministerio de Trabajo lamenta la negativa de la CEOE tras los esfuerzos del gobierno en la negociación después de diez meses intentando un pacto de todos los agentes sociales. Mientras que los sindicatos también consideran prioritario reforzar el registro de jornada que asegure la efectividad de la reducción horaria.
No obstante, el rechazo empresarial complica sobremanera el respaldo parlamentario a la medida. El acuerdo Gobierno-sindicatos se prevé fácil pero se precisa de apoyos políticos que posibiliten la aprobación en el parlamento. Pero eso será otra historia.
Los beneficios
Tanto la titular de Trabajo como los sindicatos consideran beneficiosa la reducción de la jornada laboral. Argumentan que proporciona mayor tiempo de descanso a los trabajadores, una mayor satisfacción laboral y redunda en un aumento de la productividad.
Deducen que contribuye a un desarrollo más adecuado de la conciliación de la vida laboral y familiar que posibilita la flexibilidad del horario laboral.
Estiman que favorece la creación de empleo debido a que se precisa más plantilla para cubrir las mismas horas de trabajo.
Y consideran, en definitiva, que protege la salud de los trabajadores, disminuyendo los niveles de absentismo y la carga de estrés ya que se suavizan sus condiciones laborales.
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